El Ayuntamiento promoverá mejoras de accesibilidad en el Casco Histórico Alto

El Equipo de Gobierno se compromete a revisar varias deficiencias localizadas en el Casco Histórico Alto en materia de accesibilidad y movilidad

Se plantea instalar una rampa en las escaleras de la plaza de los Castaños

El Ayuntamiento desarrollará a lo largo de los próximos meses sendas actuaciones de mejora de la accesibilidad y la movilidad en la zona del Casco Histórico Alto. Al menos ese es el compromiso adquirido ayer por el responsable del área de Fomento, Jorge Berzosa, a instancias de una propuesta elevada a debate plenario del PSOE que acabó recibiendo un respaldo prácticamente unánime. Tan solo la nueva concejala de Imagina Burgos, Antea Izquierdo, descartó apoyar la iniciativa y finalmente se abstuvo al rechazar uno de los puntos incluidos, referentes a incrementar la presencia policial en el barrio.

Se ha pedido sustituir parcialmente la caliza por granito

En concreto, la propuesta planteada por el PSOE se articula en varios frentes, basados todos ellos en diversas deficiencias localizadas en la zona. Entre ellas destaca la situación que actualmente presentan las calles Álvar Fáñez, Hospital de los Ciegos, Valentín Palencia, Subida a Saldaña y San Gil. Todas ellas fueron objeto años atrás de una intervención de rehabilitación a través del ARCH que a juicio del portavoz socialista, Daniel de la Rosa, no fue del todo correcta. Y es que, la elección del pavimento ha generado un enorme peligro de caídas. De esta forma, los socialistas planteaban la sustitución de la caliza por pavimento de granito en las zonas más próximas a las barandillas que está previsto instalar.

Asimismo, la propuesta también incluía una mejora del asfaltado de Fernán González y de la Subida de San Miguel, así como la instalación de una rampa accesible que bordee la plaza de los Castaños para mejorar la movilidad de esa zona. Adicionalmente, los socialistas también pedían la reposición de los juegos infantiles del parque de Álvar Fáñez y del situado en la subida al Castillo.

Se trata, en todo caso, de propuestas planteadas por los propios vecinos, que además han reiterado su preocupación por la proliferación del botellón en toda la zona y todos los problemas que ello genera cada fin de semana.