La Semana Santa tira del turismo en Burgos y permite cerrar abril con incrementos

Tanto la hostelería como el turismo rural experimentaron importantes subidas con respecto a abril de 2016, un mes irregular por la falta de festivos

Los hosteleros cerraron con una ocupación media del 46,7 por ciento, y en la provincia se alcanzó el 21, 2 por ciento

Burgos sigue estando a la cabeza del turismo, tras Salamanca, y ocupa una buena posición en las visitas “rurales”

El concepto turismo estacional, asociado a periodos vacacionales y festivos, sigue siendo en gran lastre de la provincia burgalesa. Y buena prueba de ello es el pasado mes de abril. La hostelería y el turismo rural experimentaron importantes crecimientos con respecto al año 2016, y si bien es cierto que la actividad hostelera se está recuperando poco a poco tras la crisis, la principal razón del aumento es la celebración de la Semana Santa, que este año cayó en abril y el pasado, en marzo. Ni más, ni menos.

La estancia media en hostelería fue de 2,35 noches

De acuerdo con los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística (INE), los establecimientos hosteleros de Burgos recibieron 79.068 viajeros, un 24 por ciento más que en 2016. Y las pernoctaciones alcanzaron las 123.173, lo que supone un incremento del 30 por ciento. De nuevo, Burgos se sitúa casi a la cabeza del turismo regional, solo superada por Salamanca, que registró 94.234 viajeros y 167.368 pernoctaciones. Además, León recibió menos turistas que Burgos (67.729), pero sí que tiene más tirón para pernoctar (123.503).

De este modo, la hostelería burgalesa cerró abril con una ocupación media del 46,78 por ciento, que asciende al 58,39 por ciento durante los fines de semana. La estancia media fue de 2,35 noches. Y el sector cuenta en Burgos, según las estadísticas del INE, con 195 establecimientos, que ofertan alrededor de 8.600 plazas y dan trabajo a 1.000 personas. En Castilla y León, abril registró 449.264 viajeros, un 25 por ciento de incremento, y las pernoctaciones alcanzaron las 782.724, un 13 por ciento de aumento.

Cohete rural

Los buenos resultados de abril en hostelería tienen su reflejo, aunque ampliado, en el turismo rural. La provincia recibió 10.689 viajeros, un 25 por ciento más que en 2016, que realizaron 25.115 pernoctaciones. Esto supone un incremento del 77 por ciento. Sin embargo, la ocupación media sigue estando por debajo del 25 por ciento, pues se quedó en el 21,28, ascendiendo los fines de semana al 44,46 por ciento. Hay que tener en cuenta que, de acuerdo con el INE, Burgos contaría con 400 establecimientos de turismo rural, y 3.900 plazas.

Se destaca la presencia de catalanes en turismo rural, un 12,84 por ciento

Por lo que respecta a Castilla y León, la comunidad contó con 83.006 viajeros de turismo rural, un 43 por ciento de subida con respecto a 2016, y 194.622 pernoctaciones (un 79 por ciento de incremento). Encabeza el ránking regional Ávila, con 13.356 viajeros y 34.743 pernoctaciones, y le sigue Segovia, que registró 12.869 viajeros y 28.948 pernoctaciones. Burgos y Soria se disputan la tercera posición. Y es que, si bien Soria cuenta con más pernoctaciones que Burgos (25.825 frente a 25.115), recibió menos viajeros (9.120 frente a 10.689).

Si hablamos de la procedencia de los turistas, en el ámbito del turismo rural destacaron en abril las visitas de los catalanes, que supusieron el 12,84 por ciento del total. A la cabeza están los madrileños, con el 25,01. De Castilla y León llegaron el 11,60 por ciento, y del País Vasco, el 11,09. También nos visitaron un 6,58 por ciento de gallegos y un 5,31 de Andaluces. En Castilla y León, los madrileños siguen siendo los viajeros más comunes (un 46,24 por ciento del total hostelero), seguidos de los castellanoleoneses (un 15,09) y los vascos (un 9,70).