Guardia Civil desarticula un grupo criminal multidelicuencial y violento
La Benemérita ha detenido a cuatro personas acusadas de robo con violencia e intimidación, lesiones, tráfico de drogas y hurto
Se trata de un grupo criminal organizado y jerarquizado, con un amplio catálogo de delitos, que actuaba en la capital y la provincia
La Guardia Civil ha detenido en Burgos a cuatro jóvenes vecinos de la capital, S.K. (20), A.O. (23), R.D.C. (23) y E.D.C. (24), como presuntos autores de los delitos de robo con violencia e intimidación, lesiones, tráfico de drogas, hurto, usurpación de estado civil y pertenencia a grupo criminal. Actuaban en Burgos capital y provincia, aunque se tiene constancia de que el grupo se trasladaba a otras ciudades donde sustraían documentación personal y teléfonos móviles, ha informado la Benemérita en nota de prensa.
Los hechos se remontan al pasado diciembre de 2016. Los ahora detenidos se trasladaron desde Burgos hasta Las Merindades. Allí fueron sorprendidos cuando sustraían un vehículo, desencadenándose una violenta y desproporcionada agresión contra su propietario y un familiar, que acabó con sendas personas hospitalizadas por graves lesiones. La Guardia Civil detuvo a uno de los autores y obtuvo importantes indicios para determinar las circunstancias concurrentes e intervenir un táser para descargas eléctricas presuntamente utilizado en la trifulca.
La investigación se inició tras un intento de robo de un vehículo en Las Merindades
Se inició entonces una investigación que, dada la gravedad de los hechos, fue confiada al Área de Personas y al Equipo de Policía Judicial de Miranda de Ebro ambas pertenecientes a la Unidad Operativa de Policía Judicial de Burgos, en el marco de la Operación FALAFEL, muy complicada en sus inicios. Se sospechaba de la existencia de un grupo dedicado a la compra venta de droga, a robos y hurtos y que utilizaba de manera intimidatoria armas simuladas o auténticas y que era capaz de llegar a la violencia física.
Las pesquisas practicadas durante meses evidenciaron las primeras sospechas. Se consiguió identificar a los cuatro integrantes (uno ya detenido) que carecían de ingresos por actividad laboral conocida, usaban alias y poseían varios terminales de telefonía móvil, a nombre de terceras personas sin relación con la banda. Se practicaron tres registros domiciliarios en la capital donde se localizaron e intervinieron droga y abundante e importante material, que está siendo analizado y que permitirá el esclarecimiento de numerosos ilícitos, por lo que la operación continúa abierta.
Tras la primera detención, los tres otros integrantes del grupo fueron arrestados en los registros domiciliarios. Además, se intervinieron 200 gramos de marihuana y semillas para cultivo, 20 gramos de hachís en bellotas, 2 básculas de precisión, picadoras y efectos para la venta y distribución de estupefacientes. Armas prohibidas como un táser, 13 armas (pistolas, revólver y largas) de aire comprimido y balines, 35 teléfonos móviles, 54 tarjetas de memoria, 13 tarjetas de teléfono de diferentes compañías, 2 ordenadores portátiles, 1 tablet, 2 cámaras fotográficas, llamando la atención un juego de ganzúas y tensores para apertura de cerraduras.
Organizado y jerarquizado
El grupo no dudaba en usar la violencia física para conseguir sus objetivos o en amenazar a las víctimas
La Guardia Civil ha explicado que se trataba de un grupo perfectamente organizado, gran movilidad geográfica y elevada actividad delictiva. Aunque claramente jerarquizado todos participaban en iguales condiciones en la consecución de los ilícitos penales. Destaca la multi-actividad delincuencial: tráfico de drogas, sustracción de vehículos, robos con violencia/intimidación y hurtos al descuido. Derivados de estos delitos incurren en otros como los de usurpación de estado civil y de lesiones.
No dudan en usar la violencia física para obtener el botín o saldar cuentas o impagos, amenazando y agrediendo a los implicados, a sus familiares o su entorno. Se desplazan a lugares de ocio con afluencia de personas; sustraen por la fuerza o al descuido pertenencias, teléfonos móviles o documentación usando su filiación para conseguir contratos en compañías telefónicas a nombre de terceros y sin vinculación con el grupo, dificultando su seguimiento, incurriendo en varios delitos de usurpación de estado civil.