La lucha por acabar con el hambre de los más necesitados y el despilfarro de alimentos
La Federación Española de Bancos de Alimentos celebra su XXII congreso anual este fin de semana en Burgos, centrando sus esfuerzos en acabar con el despilfarro de comida
Solo en España se despilfarraron 7,7 millones de toneladas de alimentos

El Teatro Principal acoge durante hoy y mañana la celebración del XXII Congreso de la Federación Española de bancos de Alimentos (Fesbal), una cita en la que participan representantes de los 56 bancos de alimentos repartidos por toda la geografía española que pretende ser punto de encuentro para compartir experiencias y diseñar las líneas de acción de cara a los próximo ejercicios. Unas lineas de acción que, según ha explicado Nicolás Palacios, presidente de Fesbal, deben centrarse lo máximo posible en la lucha contra el “despilfarro” y el “desperdicio” de comida, un asunto que preocupa, y “mucho”, a la organización.
Se calcula que el 42 por ciento de toda la comida desperdiciada procede de los hogares
No en vano, la lucha contra el despilfarro es uno de los pilares de la acción de los bancos de alimentos y está lejos de resolverse, a pesar de los esfuerzos de los últimos años. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que solo en España se desperdician 7,7 millones de toneladas de comida cada año.
Y lo que es peor, el 42 por ciento de toda esa comida se desperdicia en los hogares, cuestión esta que preocupa todavía más. Vivimos en una cultura basada en el “espíritu consumista” que “ignora al que lo está pasando mal”, según ha señalado Palacios, quien insiste en la necesidad de hacer la compra desde un punto de vista “racional” y no “compulsivo”.
Y es que, esa realidad contrasta con otra, que dice que, lamentablemente, los bancos de alimentos siguen siendo necesarios. Así lo demuestran los datos acumulados durante el pasado ejercicio, que parecen corroborar que la recuperación de la economía está comenzando a sentirse, pero de manera todavía muy tímida. En 2016, los diferentes bancos de alimentos de España repartieron 153 millones de kilos de comida divididos en 750 raciones para 1.511.000 personas. Según ha destacado Palacios, el volumen total de beneficiarios se ha reducido en un 3 por ciento desde los momentos de mayor necesidad. Solo entre 2014 y 2015, las peticiones de ayuda se incrementaron en un 50 por ciento.
Voluntarios
Para gestionar toda esa comida, la organización cuenta con 3.225 voluntarios permanentes, considerados como tal los que acuden a prestar ayuda la mayoría de los días. Y lo hacen, además, sin recibir contraprestación alguna, más allá del “salario emocional”.
Su colaboración, sumada a la de las grandes superficies, los pequeños comercios, las instituciones públicas y privadas y los propios ciudadanos de a pie, es fundamental para que los bancos de alimentos sigan funcionando. Y España, en este sentido, es solidaria. De hecho, se calcula que cada español entrega 0,7 kilos de comida al año, una cifra significativamente superior a la registrada en otros países de nuestro entorno, como Francia (0,22 kilos por persona y año) o Italia (0,19 kilos).
Apoyo regional
Con todos estos datos sobre la mesa, los bancos de alimentos tienen el reto de seguir trabajando y esforzándose para cubrir una necesidad básica, tal y como ha reconocido el propio presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que ha acudido a la inauguración del congreso. “Mientras exista necesidad en una familia de acceder a algo tan esencial como es la alimentación, todos los esfuerzos privados y públicos son imprescindibles“, ha asegurado.
En este sentido, Herrera ha reiterado el compromiso de la Junta no solo con los bancos de alimentos, sino con todas las organizaciones vinculadas al tercer sector. Con todas ellas, la Administración Regional ha tejido en los últimos años sendas redes de colaboración que se pretenden consolidar a largo plazo a través de una ley que ya se está elaborando.