27-30. El Villa de Aranda sigue muy vivo

El Villa de Aranda da la vuelta a la situación, venciendo al DS Auto Gomas en Santander y aprovechando el pinchazo del Frigoríficos Morrazo en León

Con una victoria o un empate en la última jornada, el conjunto ribereño asegurará la permanencia sin depender de lo que haga el Frigoríficos Morrazo

27-30. El Villa de Aranda sigue muy vivo La permanencia se resolverá en el Príncipe de Asturias. GIT

Golpe de autoridad. El Villa de Aranda dio hoy un paso enorme en su lucha por la permanencia tras vencer al DS Auto Gomas en Santander tras un partido que dejó encarrilado en la primera mitad, pero que se complicó más de lo necesario en el segundo asalto. Una victoria que, gracias al pinchazo del Frigoríficos Morrazo en León, permite al conjunto ribereño afrontar la última jornada del campeonato por encima del cuadro gallego en la clasificación. Uno de los dos descenderá el fin de semana que viene, pero la posición de salida es favorable para los intereses ribereños.

Ficha Técnica

27- DS Auto Gomas Sinfín (12+15): Ernesto (p), Calderón (2), Río (1), Lon (7), Ros (1), Barco (3) y Postigo (4) -siete inicial- Víctor Martínez (ps), Valverde (-), Prieto (-), Paredes (6), Diego (1), Jorajuría (-), Nikolai (-) y Rubén (2).

30- BM Villa de Aranda (19+11): Ledo (p), Adrián Fernández (1), Moscariello (3), Megías (3), Iker Antonio (1), Nantes (9, 5p) y Ortega (-) -siete inicial- Amérigo (ps), Bojicic (1), Amorim (5) Moyano (1), Montserrat (1), ‘Bicho’ (-), Solenta (-), Álvaro Torres (-) y Manu (-).

Parciales: 3-3, 4-6, 6-9, 8-12, 9-15, 12-19 (descanso) 15-19, 16-21, 19-22, 21-24, 23-26 y 27-30 (final).

Árbitros: Fernández Fernández y Martín Franco. Excluyeron dos minutos a Ros y Barco del DS Auto Gomas Sinfín y a Montserrat del BM Villa de Aranda.

Incidencias: Partido de la vigésimo novena jornada de la Liga Loterías Asobal disputado en el Pabellón de La Albericia ante unos 800 espectadores.

El Villa de Aranda se jugaba media temporada a una carta y no podía fallar en la jugada. Tenía que ganar sí o sí en Santander ante un DS Auto Gomas ya descendido y confiar en que el Frigoríficos Morrazo Cangas pinchara en la pista de Ademar de León. Y con esa actitud a vida o muerte saltó al sintético de La Albericia. Cierto es que el conjunto cántabro también salió a la pista con ganas de dejar buen sabor de boca en su despedida de la Asobal ante su público, pero aguantó poco el envite ribereño.

Así, tras un primeros minutos de golpe y contragolpe, en los que los ataques se impusieron a las defensas, el Villa de Aranda dio un paso al frente. Con un Nantes desatado en la faceta anotadora (finalizó la primera parte con 7 goles en su cuenta particular), y un Xoan Ledo bastante acertado entre los palos, el conjunto ribereño comenzó a abrir brecha en el marcador, de manera progresiva, pero sin freno. Y así, casi sin darse cuenta, el marcador ya reflejaba una ventaja de cuatro goles (6-10) mediado el primer asalto. Una ventaja que el equipo de Senovilla supo manejar a la perfección y que acabó disparándose hasta los siete goles al filo del descanso (12-19).

Las cosas funcionaban. El equipo carburaba y se estaba mostrando muy superior en todas las líneas a un DS Auto Gomas cabizbajo. Ni siquiera Ernesto Sánchez pudo frenar la avalancha anotadora amarilla, que se acababa de ir a vestuarios con el partido prácticamente resuelto. Y lo mejor de todo es que a cientos de kilómetros de Santander, el Frigoríficos Morrazo perdía de cinco (18-13) ante el Abanca Ademar.

Sin embargo, aún quedaba mucha tela por cortar. Tras la reanudación, el Auto Gomas sacó su orgullo, imprimiendo mucha más intensidad a su defensa y provocando numerosos errores en el Villa de Aranda, que vio cómo la ventaja cosechada iba poco a poco menguando hasta reducirse a dos goles (21-23) en el minuto 48. La empanada ribereña era evidente. Cuatro goles en 18 minutos hablan por sí solos.

Pero el conjunto ribereño aguantó el envite. No sin cierta tensión, pero lo hizo. Senovilla llamó a capítulo a los suyos y la charla pareció ser efectiva, puesto que el equipo se despertó de la caraja en la que se encontraba sumido, gracias a un imperial Nantes (14 goles y un 100 por 100 de efectividad) y consiguió mantener su ventaja durante los últimos compases (27-30).

Ahora, superada con gran éxito la última reválida, por delante queda el examen final, ese que determinará si el Villa de Aranda juega la temporada que viene en Asobal o no. La cita, frente al Abanca Ademar en el Príncipe de Asturias. Con un empate o una victoria, el conjunto ribereño mantendrá la categoría sin depender de lo que haga Cangas. Si el equipo gallego no puntúa en su duelo frente a Bidasoa Irún, también la mantendrá. Se espera una jornada de infarto.