La Catedral ofrece doble amparo al Encuentro entre María y Jesús
Nuestra Señora de los Dolores ha despedido un año más a Jesús con la Cruz a Cuestas camino del Calvario en la Plaza del Rey San Fernando
El emotivo acto se ha completado con una visita a la Catedral, por parte de la talla de Ildefonso Serra, para rendir homenaje al Santísimo Sacramento

Con sentido y respetuoso recogimiento los cientos de burgaleses, y visitantes, que abarrotaban la Plaza de la Catedral en esta tarde-noche de temperaturas veraniegas han sido testigos del encuentro entre la madre y el hijo. Nuestra Señora de los Dolores, con gesto de súplica, se ha despedido de Jesús, que con la cruz a cuestas camina hacia el Calvario en resignado cumplimiento del mandato del Padre. Acto central de la Procesión del Encuentro, la más emotiva de la Semana Santa de Burgos, que este año se ha realizado en la penumbra de la caída de la tarde.
Y es que el sol ha sido uno de los protagonistas del desfile religioso, que se iniciaba en torno a las ocho. Nuestra Señora de los Dolores, una talla del siglo XVIII de autor desconocido pero que se atribuye al taller de Gregorio Fernández, ha salido de la iglesia de San Gil, donde se cobija desde que la Desamortización de Mendizábal le retiró su refugio en el Convento de La Merced. A hombros de la Real Hermandad de la Sangre del Cristo de Burgos, la imagen ha recorrido Avellanos, Laín Calvo y La Paloma ante la atenta de mirada de numeroso público devoto.
El Encuentro ha tenido lugar a las nueve y diez de la noche, iluminado por las últimas luces
Vivas y aplausos han roto la quietud y el silencio procesional, sobre todo a la entrada de la imagen en la Plaza del Rey San Fernando, en torno a las nueve de la noche. A la Virgen Dolorosa le ha tocado esperar por Jesús con la Cruz a Cuestas. La talla de Ildefonso Serra, de 1901, ha llegado a las nueve y cinco cargada por los hermanos de la Archicofradía del Santísimo Sacramento y de Jesús con la Cruz a Cuestas, tras un largo recorrido desde la iglesia de San Cosme y San Damián, que también ha estado plagado de muestras de devoción y cariño de los asistentes.
Sin embargo, nada es nunca tan emotivo como el momento en el que la Virgen Dolorosa y Cristo se encuentran a los pies de la Catedral. Es el momento en el que la madre se despide de su hijo, camino del Calvario. Una Virgen que sabe muy bien cuál es el papel que a Jesús le corresponde interpretar, pero que como madre no puede dejar de sufrir por la pérdida de su hijo amado. Y un Cristo que consciente también de su misión en la historia, de que debe morir y resucitar para redimir el pecado del hombre, pero que mira al cielo pidiendo fuerzas para superar el trance.
Sobre Cristo, su condición de Dios alcanzable, cercano y compasivo han ido la breve Liturgia de la Palabra y la posterior alocución. Se ha recordado también a las víctimas de los atentados terrorista, en especial a los recientemente ocurridos en Egipto, y a los niños víctimas de la guerra de Siria. Igualmente, se han tenido palabras de ánimo para todos aquellos que, buscando una vida mejor para sus hijos, “confían sus vidas a una frágil patera”, ha explicado el abad de la Semana Santa.
Santísimo Sacramento
Jesús con la Cruz a Cuestas se ha quedado en la Puerta del Sarmental, cediendo protagonismo al Santísimo
A continuación, se han intercambiado flores blancas y rojas, símbolos de la pureza de María y de la sangre de Cristo y se han interpretado una Salve popular, tras lo cual Nuestra Señora de los Dolores ha regresado a San Gil. Mientras, Jesús con la Cruz a Cuestas ha protagonizado una de las novedades de la Semana Santa de 2017. Entrando por la calle de Santa Águeda y la Plaza de Santa María, la talla ha accedido a la Catedral, donde los cofrades han realizado una estación penitencial frente al Santísimo Sacramento.
Se trata de un momento de oración y reflexión frente al Monumento, enmarcado en la Escalera Dorada, que plasma gráficamente que toda talla no deja de ser más que una mera imagen del Cristo vivo sacramentado. De ahí que el paso haya quedado relegado a una segunda posición, en la Puerta del Sarmental, mientras que los cofrades se han colocado frente al Santísimo Sacramento. Y mucha gente ha presenciado este hecho histórico desde las naves laterales, acompañando a la Archicofradía.