El PSOE pone límites al aprovechamiento de los pisos superiores del Edificio Campo
Los socialistas no aceptarán aprovechamientos urbanísticos para las tres últimas plantas del Edificio Campo, catalogadas como “disconformes” con el planeamiento del PGOU
Insisten en que dicha calificación sólo permite actuaciones de “consolidación”
El PSOE no aceptará planteamientos que vayan más allá de lo contemplado en el actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para facilitar una nueva vida para el edificio Campo. Así lo ha asegurado hoy el concejal socialista Antonio Fernández Santos, que ha querido dejar claro que cualquier aprovechamiento urbanístico que se pueda plantear para el inmueble ha de cumplir lo actualmente establecido si quiere contar con el apoyo del PSOE, que ya se lo ha hecho saber tanto al Equipo de Gobierno como a la propiedad.
El Ayuntamiento ya ha puesto sobre la mesa la posibilidad de realizar una venta forzosa
¿Qué significa eso? Básicamente, que el PSOE no aceptará un aprovechamiento para las tres últimas plantas del inmueble, las cuales están catalogadas como “disconformes con el planeamiento”, una figura evolucionada respecto a la contemplada en el anterior PGOU, que calificaba al céntrico edificio como “fuera del ordenamiento” al romper radicalmente una serie de preceptos urbanísticos. Según indica la normativa de Castilla y León, esta calificación únicamente permite “obras de consolidación”. Es decir, que se haga lo que se haga en el edificio, de las tres últimas plantas no se podría sacar aprovechamiento urbanístico alguno, sino simplemente consolidar la fachada y los elementos interiores para evitar derrumbes y desperfectos.
Y ese es el máximo que aceptarán los socialistas, que no están dispuestos a dar luz verde a “arreglillos” hechos a medida de los promotores para intentar sacar el máximo rendimiento urbanístico posible a través de la adaptación de viviendas, tal y como se ha planteado.
En este sentido, Fernández Santos ha recordado que la propiedad tiene sobre la mesa varias sanciones emitidas por el Ayuntamiento por no cumplir con sus obligaciones de cuidado de la fachada, unas sanciones cuyo incumplimiento sistemático ha motivado que se empiece a estudiar la fórmula de la venta forzosa del inmueble, una opción que ya se ha puesto sobre la mesa en otros puntos de la ciudad, como el solar de la Plaza Vega.