El nuevo puente de Las Rebolledas debería estar operativo para principios de 2019

El Equipo de Gobierno confía en poder adjudicar las obras después de verano para que se pueda empezar a trabajar en el último trimestre

Con su puesta en marcha se cerrará definitivamente la ronda interior

El nuevo puente de Las Rebolledas debería estar operativo para principios de 2019 Ya han comenzado los trabajos en el puente. GIT

Burgos contará en 2019 con un nuevo puente sobre el río Arlanzón a la altura de Las Rebolledas. Así al menos lo espera el Equipo de Gobierno, que confía en que se pueda cumplir a rajatabla el calendario de unas obras muy esperadas, no solo en el barrio, sino en toda la ciudad. Y es que, con la puesta en marcha de la conexión entre Fuentecillas y Hospital del Rey se cerrará de una vez por todas el anillo de la ronda interior. 

Los trabajos previos de soterramiento de redes marchan a buen ritmo

De momento, los trabajos se centran ahora mismo en el soterramiento de las líneas de alta tensión y las diferentes redes de suministro, unas labores que han obligado a modificar puntualmente el curso del río y que se están llevando a cabo en tiempo récord. La meteorología ha acompañado en las últimas jornadas y el caudal del río es mínimo, lo que ha permitido que los trabajos se desarrollen sin ningún tipo de problemas.

Paralelamente, ha explicado el alcalde durante su visita a la zona esta mañana, los técnicos municipales continúan redactando el proyecto definitivo, el cual se prevé tener encima de la mesa “a la vuelta de Semana Santa”. A partir de ahí, el objetivo pasa por licitar las obras de ejecución del puente en mayo para adjudicarlas “cuanto antes” y empezar a trabajar en la zona “durante el último trimestre del año”.

Cuatro millones

El presupuesto y los plazos definitivos los marcará el proyecto de ejecución, si bien, se plantea un coste de algo más de 4 millones de euros y un plazo de 18 meses para poder levantar una de las infraestructuras viarias más importantes de las desarrolladas en la ciudad en los últimos años. Tal y como ha explicado Jorge Berzosa, concejal de Obras, se trata de una plataforma de 54 metros de longitud, 26 de anchura, cuatro carriles, sendas aceras a cada lado y sustentado sobre tres vanos elevados a apenas un metro de la cota de la conexión en Fuentecillas.

En este sentido, desde el Equipo de Gobierno se considera que la apuesta final es la más acertada. “Es una solución intermedia” entre la planteada años atrás por el estudio Herzog y De Meuron y la basada en el mantenimiento del puente actual, elevado a más de cinco metros sobre el río. Una solución que tras mucho debate y presiones ha obtenido el beneplácito de la oposición, de los vecinos y de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que tiempo atrás dio luz verde a la infraestructura después de analizar todas las posibilidades de avenidas extraordinarias del río. En este sentido, además, ha acabado siendo fundamental el acuerdo alcanzado entre PP y PSOE para los presupuestos, dado que se ha incluido una partida presupuestaria de 1,2 millones este año a propuesta socialista.