Desarrollan un polímero fluorescente que detecta mercurio en muestras de pescado

Los investigadores de la UBU Tomás Torroba y José Miguel García Pérez han fabricado un polímero que se ilumina cuando detecta altos niveles de toxicidad

La técnica se ha aplicado a muestras de pez espada, atún y cazón, que presentan cantidades más elevadas de mercurio que el congrio o la panga

Los profesores e investigadores de la Universidad de Burgos Tomás Torroba y José Miguel García Pérez han fabricado y desarrollado un polímero fluorescente, llamado JG25, capaz de detectar la presencia de mercurio en muestras de pescado.  El descubrimiento ha sido publicado en la prestigiosa revista Chemical Communications, que recoge como el polímero detecta los altos niveles de toxicidad y se ilumina en contacto con el mercurio en muestras de pez espada, atún y cazón.

El investigador Tomás Torroba explica que “el polímero contacta con muestras extraídas directamente de pescado durante unos 20 minutos y, tras ser irradiado con luz ultravioleta, emite una luz azulada cuya intensidad es proporcional a la cantidad de metilmercurio y mercurio inorgánico presente en los peces”. La técnica se aplicó, mediante una sonda polimérica portátil que se puede usar in situ, en muestras de 2 gramos extraídas. La relación cuantitativa entre los niveles de mercurio y el incremento de la fluorescencia se verificó con un análisis químico.

Los resultados revelan que los peces más grandes tienen cantidades más elevadas de mercurio: entre 1,0 y 2,0 partes por millón en pez espada, el atún y cazón; alrededor de 0,5 ppm en congrio y 0,2 ppm en panga. En el salmón de piscifactoría no se encontró esta sustancia nociva, ya que en cautividad no hay presencia del metal. Por encima de 0,5 ppm la contaminación en un alimento ya es considerable y esa cantidad es superada e incluso duplicada por varias de las muestras analizadas de atún fresco y pez espada en la Universidad de Burgos.