Cecina en honor de la Cátedra de San Pedro de Antioquía
San Pedro de la Fuente celebra el día grande de sus fiestas cumpliendo con la tradición de repartir cecina, chorizo y morcilla entre los vecinos
En esta ocasión se cocinaron más de 60 kilos de cecina
Sesenta kilos de cecina, cuarenta de chorizo y casi 30 de morcilla para saciar el apetito, que no es poco. San Pedro de la Fuente celebra estos días las fiestas en honor a su patrón y es momento de mover el bigote. Cientos de vecinos del barrio, amén de los numerosos foráneos que cada año se acercan hasta allí, han participado esta mañana en los actos centrales de las fiestas, que han culminado con el ya tradicional reparto de cecina, chorizo y morcilla a cargo de un grupo de mujeres del barrio.
Los pinchos se sirven acompañados de un vino tinto
Tal y como viene siendo habitual, minutos antes de comenzar el reparto, cientos de personas ya hacían cola a las puertas de la carpa instalada en la plaza central del barrio, junto al colegio Solar del Cid, esperando pacientemente su turno. Un turno que, por cierto, tardaría en llegar, por cuanto que las puertas no se pueden abrir hasta que lleguen las autoridades, y éstas han tardado algo más de lo habitual en salir de misa y completar el pequeño trayecto que separa la iglesia parroquial de la plaza.
Pero al final, han acabado llegando, dando por iniciado el reparto de viandas. Unas viandas preparadas, como todos los años, con tanto mimo como devoción. La cecina, explican las mujeres encargadas de su elaboración, fue puesta a mojo el pasado fin de semana, acompañada de las verduras y resto de ingredientes necesarios para su cocción. Solo de esa manera se puede conseguir que la carne se deshaga con la simple mirada. Pero no solo de cecina vive el hombre. Por eso, a la tradicional carne le acompañan desde hace mucho tiempo sendos pinchos de morcilla y chorizo, así como pan y vino tinto para tragar tal patragruélica comida.
A la espera del local
Con todo, las mujeres del barrio que cada año se encargan de la elaboración de las viandas insisten en pedir un local para poder prepararlas con comodidad. Se trata de una petición ya antigua que de momento no ha obtenido respuesta por parte del Ayuntamiento por la simple razón de que el Consistorio no tiene locales de su propiedad en el barrio que cumplan las condiciones necesarias. Así al menos lo asegura el alcalde, Javier Lacalle, que insiste en que el Ayuntamiento colabora por otras vías, intentando intermediar con terceros y facilitando la instalación de todo lo necesario. Sin embargo, mientras no haya locales, poco se puede hacer. Veremos cuando se construya el centro cívico…