El PCAS exige mantener los arboles durante la reforma de la plaza Nuestra Señora de Belén

Las castellanistas temen que las obras afecten a una veintena de ejemplares maduros, como así pasó ya en una intervención años atrás

Cuestionan la gestión forestal desarrollada por el Ayuntamiento en los últimos años

El PCAS exige mantener los arboles durante la reforma de la plaza Nuestra Señora de Belén Las obras comenzarán en breve. BC

El Partido Castellano (PCAS) ha reclamado al Ayuntamiento de Burgos que mantenga íntegramente el arbolado existente en la Plaza Nuestra Señora de Belén ante la inminente acción de reforma de dicho espacio público por parte del consistorio, que “presumiblemente” va a afectar a varios ejemplares arbóreos del entorno.

Los castellanistas burgaleses consideran “totalmente compatible” realizar la necesaria y urgente mejora del espacio público de la zona, muy degradado y olvidado durante décadas y con uso cívico muy intenso por parte de los vecinos, especialmente de los niños y los jóvenes, con el mantenimiento íntegro de todos los árboles existentes, que constituyen un elemento relevante y singular de dicho espacio de la zona Sur de la capital.

En este sentido, insisten los castellanistas, en el entorno existen veinte ejemplares arbóreos de gran valor paisajístico y de mejora del espacio urbano, en un lugar con construcciones de elevada altura y escaso espacio para el disfrute ciudadano. Se trata de diez ciruelos rojos, dos pequeñas coníferas, dos plátanos de Indias de porte mediano y seis PinusPinae de gran porte, que constituyen un conjunto de gran valor ambiental. Se da la circunstancia, según critica el PCAS, de que hace pocos años, con la excusa de una pequeña intervención en las aceras de Nuestra Señora de Belén, varios ejemplares de pino de gran tamaño fueron innecesariamente talados.

A este respecto, los castellanistas critican de manera vehemente la gestión forestal del Ayuntamiento, tanto en las grandes masas arbóreas del término municipal (Fuentes Blancas, La Quinta, El Castillo, el Cinturón Verde) como en los parques y jardines urbanos de la capital, que ha supuesto desde 2011 (año de la toma de posesión de Javier Lacalle como alcalde) la “eliminación de más de 10.000 árboles maduros en la ciudad, especialmente en el parque urbano de Fuentes Blancas”, alegando que estaban enfermos o amenazaban daños si caían. Tras las talas generalizadas, “se ha comprobado que más del 95 por ciento de los árboles eliminados estaban perfectamente sanos y su situación era segura”.