La pasión por la robótica invade la UBU

Más de 400 alumnos llegados de Castilla y León, La Rioja y Galicia participan en la fase intermedia de la First Lego League celebrada en la Politécnica

El colegio Montecastelo de Vigo gana el certamen y Campolara queda segundo

La pasión por la robótica invade la UBU Los alumnos se encargan de diseñar, construir y programar sus prototipos. GIT

La robótica parece haberse asentado con fuerza en las aulas. Más de 400 alumnos llegados desde diferentes puntos de Castilla y León, La Rioja y Asturias han participado esta mañana en la fase intermedia de la First Lego League disputada en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Burgos. En total, 28 equipos que han tenido que demostrar su destreza y habilidad para diseñar, construir y programar sus propios prototipos y para elaborar un proyecto científico.

Los dos primeros clasificados participarán en la fase nacional del certamen

Y de entre todos ellos, el máximo reconocimiento ha recaído finalmente en el equipo formado por alumnos del colegio Montecastelo de Vigo, que se ha alzado con el primer premio por segundo año consecutivo. Ellos, acompañados de los chavales de ‘Dog Pride’, del colegio burgalés Campolara, participarán en la fase nacional que se celebrará dentro de un mes en Logroño. Y los mejores de esa fase irán al certamen internacional. No en vano, la First Lego League se ha ido implantando en medio mundo y ya tiene presencia en más de 80 países.

El concepto del certamen es simple. A finales de verano, la organización diseña varias pruebas y plantea a cada equipo un kit de piezas de Lego. Con todo ello, cada equipo ha de plantear cómo completar las pruebas. El que más retos supere, gana. Eso siempre que el proyecto científico que todos han de presentar de manera paralela cumpla con las expectativas. En esta ocasión, la temática ha sido el mundo animal.

Valores

Con todo, el objetivo no es otro que incentivar el interés por la ciencia y la tecnología entre los alumnos de Primaria y Secundaria. Así, el certamen tiene un “componente competitivo”, pero éste “no es lo más importante”. “Lo más importante es lo que aprenden y cómo lo aprenden”, asegura Álvaro Herrero, coordinador de la fase burgalesa de la First Lego League.

Así, el jurado no solo tiene en cuenta la capacidad del prototipo y del proyecto científico, sino cómo se ha desarrollado y en base a qué valores. “También nos fijamos en la capacidad de trabajo en equipo y en la respuesta a situaciones de tensión”, explica Herrero al tiempo que destaca la importancia de la First Lego league Junior, planteada para chavales aún más pequeños y en la que han participado otros 18 equipos del entorno. En este caso, el certamen se basaba en la realización de un póster y de una maqueta.