El Ayuntamiento rescinde el contrato con Dragados por las obras del campo de rugby

El Consejo Consultivo ha reconocido la procedencia de la resolución parcial del acuerdo y se ha aprobado en Junta de Gobierno

El Ayuntamiento incoará una reclamación de penalidades, por 175.000 euros, y empezará a elaborar el nuevo proyecto

Dragados entregó la remodelación del campo de rugby con tres meses de retraso y numerosas deficiencias

Fin del culebrón campo de rugby, al menos de momento. La Junta de Gobierno Local ha aprobado esta mañana la rescisión unilateral del contrato suscrito con Dragados para la remodelación del campo de rugby de San Amaro. La rescisión se motiva en un incumplimiento del acuerdo, puesto que la empresa entregó la obra con tres meses de retraso y con varias deficiencias (falta de gradas o nuevos puntos de iluminación), lo que motiva la reclamación de una serie de penalidades desde el Ayuntamiento de Burgos.

La portavoz municipal, Gema Conde, ha explicado que el Consejo Consultivo de Castilla y León ha emitido el preceptivo informe, reconociendo la procedencia de la resolución del contrato. De este modo, el Ayuntamiento puede por fin resolver el acuerdo, tras haber tenido que reiniciar en octubre todo el procedimiento por caducidad de los plazos. Conde ha reconocido que la decisión de la Junta de Gobierno se puede recurrir por la vía Contencioso-Administrativa, pero de momento el Consistorio ha dado un paso definitivo.

El procedimiento tuvo que repetirse por caducidad de plazos

Con el contrato rescindido, se procederá a trabajar en la redacción del nuevo proyecto, que ejecutará el Ayuntamiento a fin de completar la obra del campo de rugby. Al mismo tiempo se incoará expediente de penalidades por valor de 175.000 euros. A Dragados se la impuesto una sanción de 8.830 euros por incumplimiento de los criterios de adjudicación, y otra de 2.267 euros por no finalizar la obras en plazo. Igualmente, se le exigen 11.063 euros por no concluir el proyecto.

A todo ello se suman 116.713 euros por no ejecutar las mejoras que ofertaba (y que llevaron a la adjudicación de la obra), otros 6.479 euros en concepto de los gastos asumidos por el Ayuntamiento para reparar el camino de acceso al campo que se vio dañado durante las obras, y 40.494 euros de garantía para reparaciones futuras. El campo de rugby se estrenó a finales de marzo de 2016, con casi tres meses de retraso sobre la fecha tope y con numerosas deficiencias, a pesar del millón de euros invertido.