Berzosa espera desbloquear el problema de las aguas subterráneas de Villatoro este 2017
El presupuesto reserva 600.000 euros que se utilizarán para elaborar un estudio hidrológico más completo y licitar las obras
El concejal confía en que la CHD dé el visto bueno a la intervención y esté dispuesta a contribuir económicamente
Los vecinos ya no se fían y recuerdan que llevan un año esperando las ayudas comprometidas y más de una década, la solución al problema
La aprobación del presupuesto del Ayuntamiento de Burgos para 2017 el pasado viernes permitirá, al menos en teoría, desbloquear la búsqueda de soluciones al problema de las aguas subterráneas en Villatoro. Los vecinos del barrio burgalés llevan sufriendo las grietas desde el año 2004, con reclamaciones al Consistorio y a la Confederación Hidrográfica del Duergo (CHD) desde 2008, y si bien se han detectado las causas y se ha redactado incluso un proyecto de intervención, todavía no se ha actuado.
El concejal Jorge Berzosa explica que, tras enviar el proyecto a la CHD, el organismo de cuenta ha contestado pidiendo un estudio hidrológico más completo. De este modo, el Ayuntamiento destinará a la redacción de este informe una pequeña cantidad de los 600.000 euros que se han reservado en el presupuesto para el problema de las aguas subterráneas. Berzosa confía en que, con el estudio en la mano, Confederación autorice el proyecto, consistente en encauzar el arroyo, drenar el acuífero e instalar pozos, a fin de acabar con las aguas subterráneas, y que costaría 1,5 millones de euros.
El Ayuntamiento no quiere correr en solitario con un proyecto que costaría casi 1,5 millones de euros
De entrada, si se consigue esa autorización, el Consistorio contaría con recursos económicos para licitar la obra este mismo año, si bien es cierto que Berzosa espera también contar con apoyo económico tanto de la CHD como de la Junta de Castilla y León. A la CHD se le pedirá contribuir ya que el informe del Instituto Geológico y Minero concluye que, entre las causas del problema, se encuentran algunas de las obras realizadas por el organismo de cuenca. En el caso de la Junta, se sigue la recomendación del Procurador del Común.
Y es que, ante una nueva queja interpuesta por los vecinos, el Procurador del Común respondió que las obras a acometer en Villatoro son responsabilidad del Ayuntamiento, en colaboración con la Junta, ya que los cauces públicos en zonas urbanas son competencia municipal. Los técnicos y los jurídicos del Consistorio rechazan esta valoración de la situación, de ahí que Burgos vaya a acudir a la CHD, para que asuma sus responsabilidades, de la mano del Ayuntamiento, y con la ayuda de la Junta.
Desconfianza
Mientras, los vecinos no se fían de nadie. El presidente del Consejo de Barrio, Sergio Simón Portilla, insiste en que el problema sigue existiendo, aunque se hayan parado las movilizaciones y las protestas vecinales. En la única casa particular en la que continúan las mediciones se puede comprobar que el inmueble sigue cayéndose. Y otras viviendas del entorno, que se encuentran vacías, también presentan grietas y humedades. De ahí que Villatoro demande una solución inmediata, y el cumplimiento de los compromisos.
El Ayuntamiento no ha entregado las ayudas individuales ni ha arreglado el campo de fútbol
Portilla recuerda que no solo están a la espera de que se ejecute el proyecto, sino también de que salgan las ayudas comprometidas e incluidas en el presupuesto de 2016. En el documento económico reservó una partida de 70.000 euros, pero la convocatoria de ayudas se ha atascado y nadie ha visto un duro todavía. En Villatoro están acostumbrados a esta situación, reconoce con pesar el presidente del Consejo de Barrio, ya que también se comprometió una actuación en su campo de fútbol, a la vez que en el Sedano, y no se ha cumplido.
Por todo ello, los vecinos reconocen que no se fían del Ayuntamiento, y aunque esos 600.000 euros se hayan consignado en el presupuesto (gracias a la intervención del PSOE, señala Portilla), hasta que no ven que se ponen a trabajar, no se lo creerán. Y, mientras, dilucidan qué hacer, si movilizarse para protestar o esperara a que el Ayuntamiento mueva ficha. Están hartos, cansados y hasta un poco desmotivados, porque llevan años de lucha y en el Consistorio parece que solo están esperando “a ver si se olvidan” del caso.