0-2. El Mirandés continúa en caída libre
El Mirandés suma una nueva derrota en Anduva ante el Oviedo, que aprovechó sus opciones y, tras adelantarse en la primera mitad, mató el partido en la segunda
Los rojillos lo intentaron por todos los medios, pero fueron incapaces de batir a Juan Carlos en todo el partido

En caída libre. El CD Mirandés sumó hoy su segunda derrota consecutiva ante un Oviedo que tiró de oficio para superar a los rojillos con dos zarpazos en la primera y en la segunda parte. Dos zarpazos que evidenciaron la escasa capacidad de reacción del equipo de Miranda y que le condenan a dormir una semana más en puestos de descenso. Y las semanas siguen pasando de manera inexorable.
Ficha Técnica
0 – CD Mirandés: Roberto; Moreno, Álex Ortiz, Kijera; Maikel Mesa, Eguaras, Néstor (Pedro, min.57), Provencio (Bustos, min.66); Sangalli (Urko Vera, min.57), Guarrotxena y Álex García.
2 – Real Oviedo: Juan Carlos; Johannesson, David Fernández, Costas, Christian; Rocha, Vila (Torró, min.17); Saúl Berjón, Borja (Michu, min.70), Susaeta; Toché (Nando, min.82).
Goles: 0-1, min.20: Berjón; 0-2, min.62: Costas.
Árbitro: Sagues Oscoz (Comité Vasco). Mostró tarjeta amarilla a Álex García, Maikel Mesa, Provencio y Bustos por el Mirandés y a Juan Carlos por el Real Oviedo.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo quinta jornada de la Liga 1|2|3 disputado en el estadio municipal de Anduva ante 4.150 espectadores. Alrededor de un millar de aficionados del Oviedo en las gradas. Se guardó un minuto de silencio por la muerte de 17 personas en una avalancha humana en un partido en Angola.
Buen comienzo del Mirandés, que en los primeros compases consiguió maniatar al Oviedo. El conjunto carbayón tardó demasiado en asentarse sobre el césped ante un conjunto rojillo muy intenso en la presión sobre la salida del balón rival. Fruto de esa presión, los hombres de Álvarez de los Mozos comenzaron pronto a robar balones en campo contrario y generar acercamientos de peligro. No habían pasado todavía 4 minutos cuando Provencio probó desde fuera del área los reflejos de Juan Carlos, muy seguro durante todo el choque.
También Kijera, con un centro chut que se envenenó, y Maikel Mesa y Sangalli, con sendos lanzamientos desde fuera del área bien atajados por el cancerbero visitante, pudieron poner el primero en el marcador, pero el Oviedo aguantó el envite y acabó sacando petróleo. Y es que, a pesar del dominio local y de haber perdido a Vila por lesión a las primeras de cambio, el conjunto carbayón consiguió adelantarse en el marcador. En el minuto 20, Saúl Berjón cazaba un balón dentro del área a la salida de un saque de banda y se sacaba de la manga un disparo mordido que acabó encontrando portería.
Una vez más, aparecían los fantasmas en Anduva. El gol cayó como un jarro de agua fría sobre el Mirandés, que en los siguientes minutos se vio totalmente superado por el Oviedo. De hecho, los hombres de Hierro pudieron matar el partido diez minutos después con un contragolpe en el que Toché y Berjón se quedaron con la miel en los labios. Esta vez sí, Roberto respondió ante el mano a mano con Toché y Kijera le sacó el rechace a Berjón.
Esa respuesta pareció reactivar al Mirandés, que en los últimos compases de la primera mitad volvió a hacerse con el control de la pelota ante un Oviedo más conservador, que dio un paso atrás y se encomendó a la calidad y velocidad de sus hombres de ataque, muy acertados con los balones diagonales. Sin embargo, el conjunto rojillo volvió a pecar de falta de profundidad. O más bien de finalización, ya que los balones llegaban al área rival, pero sin peligro evidente, un escenario que se repitió en la segunda parte, en la que el Mirandés se hizo de nuevo con el control de la pelota.
Sin embargo, tal y como sucediera ya en la primera mitad, el Oviedo acabó marcando cuando mejor lo estaban haciendo los hombres de Álvarez de los Mozos. En esta ocasión fue Costas quien cazó un balón dentro del área tras la salida de una falta, se dio la vuelta ante la atenta mirada de la defensa rojilla y batió a Roberto con cierta comodidad.
Si el 0-1 fue un golpe directo sobre la línea flotación del Mirandés, el segundo supuso la puntilla. Y es que, a partir de ese momento, los rojillos lo intentaron por todos los medios, pero se mostraron incapaces de variar el signo del choque. Cierto es que Guarrotxena pudo acortar diferencias en la recta final con un tremendo trallazo que se estrelló en el larguero, pero el equipo apenas consiguió generar peligro real sobre la portería de Juan Carlos. Y así es muy difícil salir del pozo.
Al final, Anduva fue talismán para el Oviedo, que volvió a ganar lejos del Tartiere después de muchas jornadas. Por su parte, el Mirandés deberá intentar corregir errores y mejorar lo suficiente como para intentar salir del pozo. El próximo fin de semana le espera el Rayo en Vallecas.