‘Salvemos Rublacedo de Arriba’, plataforma vecinal contra los “agravios” de sus alcaldes
Los vecinos se movilizan para hacer frente a las “presuntas irregularidades” de Marta Ruiz y Felipe Cerezo
Acusan a la alcaldesa de Rublacedo de Abajo de manipular el padrón para facilitar que su marido accediese a la Junta Vecinal
La plataforma muestra también su preocupación por el proyecto de construcción de una envasadora del agua de su manantial
Los vecinos de Rublacedo de Arriba están hartos de sufrir “agravios” por parte de su alcalde pedáneo, Felipe Cerezo, y de la alcaldesa del Ayuntamiento de Rublacedo de Abajo, Marta Ruiz, ambos de Ciudadanos. Por ese motivo, un grupo bastante numeroso (en torno a medio centenar) han constituido la plataforma ‘Salvemos Rublacedo de Arriba’, con la que pretenden “trabajar en pro de los intereses del pueblo” y denunciar el “malestar” de los vecinos, que se sienten “desterrados” del pueblo de sus antepasados.
La plataforma denuncia que el matrimonio Cerezo-Ruiz “acapara todos los cargos municipales”
Marta Ruiz y Felipe Cerezo, matrimonio, acaparan todos los cargos municipales, explican desde la plataforma, y “se han adueñado del pueblo”. Según comentan los vecinos, tras resultar elegida alcaldesa de Rublacedo de Abajo, Marta Ruiz desempadronó a varios vecinos de Rublacedo de Arriba, “empadronando a otros cercanos a ella”. Es más, impidió el empadronamiento de gente que ha residido toda su vida en el municipio, o vecinos como el ex alcalde pedáneo, quien desarrolla su actividad en la pedanía.
De este modo se generó un “desequilibrio” del que se aprovechó Felipe Cerezo para presentar un voto de censura y hacerse con la presidencia de la Junta Vecinal de Rublacedo de Arriba, poniendo además a Ruiz como tesorera. La plataforma denuncia también que Cerezo ha cambiado las cerraduras de los edificios municipales, incluidas las dependencias cedidas a la asociación cultural del pueblo, que ahora “han quedado secuestradas presuntamente para la celebración de fiestas particulares” de la familia Cerezo-Ruiz, explican.
Los vecinos han preguntado en numerosas ocasiones a la alcaldesa sobre estas “presuntas irregularidades”, y las respuestas han sido “muy vagas”. Por ese motivo, se ha acudido al Procurador del Común y, mientras la petición sigue la preceptiva tramitación administrativa, se ha decidido crear esta plataforma vecinal. Una iniciativa que, además, luchará para garantizar el agua en Rublacedo de Arriba, una vez la Junta ha dado el visto bueno definitivo a la expropiación de un terreno comunal para la construcción de una embotelladora del agua de su manantial.
La embotelladora
Exigen que se les garantice el agua y se construya una potabilizadora
El pasado 1 de febrero, el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicó la declaración de necesidad de ocupación de 25.285 metros cuadrados de terreno, ubicado en la pedanía, para el desarrollo de un proyecto de aprovechamiento de agua mineral-natural procedente del manantial ‘Zorita 2’. La declaración emana del Servicio Territorial de Industria, Comercio y Turismo de la Junta de Castilla y León, que autoriza la expropiación “de un terreno comunal para el beneficio de un particular, una empresa”, han recordado los vecinos.
Aguas de Sanagonte S.L. solicitó en 2011 la expropiación forzosa, y la Sección de Minas emitió informe favorable en 2015. El entonces alcalde pedáneo y algunos vecinos alegaron, pero sus alegaciones no fueron aceptadas, de tal modo que la Sección de Minas emitió un nuevo escrito en marzo de 2016 autorizando a continuar con el expediente de expropiación, tras recordar que el manantial está declarado como agua mineral-natural, permitiéndose su aprovechamiento.
La intención de la empresa es levantar una planta envasadora y, aunque en el aprovechamiento del recurso hídrico se exige garantizar el suministro a Rublacedo de Arriba, los vecinos no se fían. Por ese motivo le piden expresamente a la embotelladora que les garantice el agua y, además, que construya una potabilizadora. Desde la plataforma recuerdan que vecinos son todos, vivan habitualmente o no en el municipio, siempre y cuando posean una casa y contribuyan a las cargas municipales, como recoge la definición de la RAE.