CSN avala la reapertura de Garoña pero condicionada a inversiones
El Pleno ha emitido informe favorable con cuatro votos a favor y uno en contra, este último, el de Cristina Narbona
Se condicionaría la reapertura a la realización de las inversiones en materia de seguridad exigidas en 2015, entre otras
El informe sienta precedente al desvincular la autorización de la revisión integral de la planta que se hacía cada diez años
El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha aprobado esta mañana dictamen favorable a la reapertura de la Central Nuclear de Santa María de Garoña, aunque se trataría de una apertura condicionada al cumplimiento de las inversiones de seguridad exigidas en 2015. La aprobación ha salido adelante con los votos de cuatro de los cinco consejeros, tres propuestos por el Partido Popular y uno por el PSOE, rechazando la autorización el quinto miembro, la exministra Cristina Narbona (propuesta por el PSOE).
El pleno del CNS, así como sus técnicos, han comparecido esta tarde para dar explicaciones sobre el informe favorable a la solicitud de renovación de la autorización de explotación hasta 2031, presentada por Nuclenor en 2014, y las condiciones que se impondrán a la propietaria de Garoña, para proceder a la reapertura de la nuclear con garantías de seguridad. El presidente del CSN, Fernando Marti, ha explicado que será el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital el que determine cuánto tiempo opera la central, en el caso de que autorice su reapertura.
El informe sustenta una autorización para una explotación que superaría los 40 años de vida útil
“El CSN no autoriza a Garoña a operar ni lo desautoriza, simplemente establece las condiciones para que sea segura si quiere volver a hacerlo”, ha recordado Marti. En este caso, las condiciones se circunscriben a la realización de una serie de inversiones para garantizar la seguridad, inversiones que ya se exigieron en 2015 pero que Nuclenor no ha realizado, si bien algunas de ellas están apunto de finalizarse, ha asegurado el director técnico de Seguridad Nuclear del CSN, Antonio Manuera.
En concreto, el aislamiento de contención primaria del reactor y la protección ante una hipotética caída del techo del edificio de turbinas estarían casi finalizados, y avanzados los trabajos del nuevo sistema de tratamiento de gases y los cambios en el sistema eléctrico para separar físicamente los cables del resto de la instalación. Y aunque la última palabra la tenga el Ministerio de Energía, cabe recordar que el informe favorable del CSN a la solicitud de Garoña sienta dos precedentes históricos.
Histórico
Por un lado, se concedería autorización a una central para continuar en funcionamiento más allá de los 40 años establecidos hasta ahora como vida útil, alcanzado las seis décadas. Por otro, el CSN emite un informe favorable condicionado a la realización de una serie de inversiones, en lugar de exigir el cumplimiento de estos requisitos antes de emitir el correspondiente informe. Y desvincula la autorización de la revisión integral de seguridad de la planta que se venía realizando cada diez años.
A partir de este momento, queda en manos de Energía la decisión final sobre la reapertura de Garoña, aunque no se sabrá antes de seis meses. Y es que el ministro Álvaro Nadal ha avanzado que, antes de tomar cualquier tipo de decisión, hablará con las comunidades autónomas afectadas, partidos políticos, grupos de ecologistas y, por supuesto, el área de influencia de Garoña. Mientras, Nuclenor tendrá que plantearse si le interesa ejecutar su solicitud e invertir para mantener en funcionamiento Garoña hasta 2031.