Lerma incrementa en un 11% sus visitantes ante la crisis del turismo exterior
El CIT calcula que la Villa Ducal recibió 79.000 visitantes el pasado año, dejando a un lado la Fiesta Barroca o la Semana Santa
El invierno fue suave, lo que favoreció las visitas de fin de semana, y mucha gente a abandonado destinos internacionales como Francia
Gustavo Peña reconoce que lo complicado es conseguir que el visitante coma, cene y pernocte en la Villa, así que se apuesta por promocionar la comarca
La situación de inestabilidad política que se vive en algunos países del entorno, derivada sobre todo por el terrorismo internacional, ha tenido su repercusión en el devenir turístico de Lerma en 2016. La Villa Ducal incrementó en un 11 por ciento sus visitantes, ya que muchos españoles prefirieron el destino nacional frente a Francia, Turquía o Egipto, como destinos extranjero, y lo mismo ocurrió con turísticas internacionales, que acabaron recalando en la provincia para disfrutar de su riqueza natural y patrimonial.
La temporada baja es el verano y en mayo, junio y octubre es cuando reciben más visitantes
En el Centro de Iniciativas Turísticas de Lerma (CIT Lerma) estiman que alrededor de 79.000 personas se habrían acercado al municipio en 2016, con ese incremento del 11 por ciento. Los datos se extraen del trabajo diario que realiza esta asociación de vecinos, profesional y voluntariosa, de asesoramiento, información turística, rutas y visitas guiadas. Gustavo Peña recuerda que, ese cómputo, no se incluyen los visitantes relacionados con la Fiesta Barroca, la Semana Santa o la Feria de Maquinaria Agrícola de mayo.
Las razones son obvias. En el caso de la Feria de Maquinaria, los asistentes (alrededor de 100.000) no se pueden considerar turistas, ya que muchos ni suben al centro. Y si hablamos de la Fiesta Barroca, la mayor parte de los visitantes son burgaleses, veraneantes de Lerma o la Comarca del Arlanza. Lo mismo ocurre con la Semana Santa, ya que el atractivo se encuentra en la capital y, de ahí, algunos visitantes acaban recalando en Lerma o Covarrubias. De hecho, la temporada baja en Lerma es el verano, y octubre, mayo y junio, los meses que mejor funciona el turismo.
Difícil que se queden
Peña explica que 2016 fue un buen año, turísticamente hablando. El invierno fue suave, lo que animó a muchos visitantes a pasearse por la Villa Ducal. Lerma se encuentra muy cerca del País Vasco y de Madrid, así que si el fin de semana se presenta agradable, muchos vascos y madrileños se acercan a Burgos en excursión de uno o dos días. Igualmente, Lerma es un destino de paso, un sitio gastronómico. Y aunque en las estadísticas no computen, los excursionistas y senderistas también son asiduos fin de semana tras fin de semana.
En un radio de 40 kilómetros se puede disfrutar de una gran variedad de recursos naturales y artísticos
Desde el CIT reconoce que lo difícil no es atraer a gente, sino que el visitante se quede en Lerma, coma, cene y pernocte. Muchos turistas paran a comer y se dan una vuelta; otros vienen en una viaje de un día; y los hay también que hacen noche en Burgos y, desde ahí, visitan otros puntos de la provincial. Por ese motivo, uno de los objetivos del CIT es potenciar la Comarca del Arlanza. En un radio de 40 kilómetros se puede disfrutar de un rico patrimonio cultural, artístico y patrimonial, que va desde la prehistoria hasta el siglo XXI, ha recordado Peña.
Gustavo Peña reconoce que se enfrentan a un 2017 muy ilusionante. Lerma celebra el 400 aniversario de su Complejo Monumental (Palacio del Duque y Colegiata de San Pedro) con un intenso programa de actividades (Feria Barroca con recreación de los Tercios de Flandes, recreación del traslado del Santísimo, conciertos, teatro, conferencias, actividades infantiles…), a lo que se suma el bicentenario del nacimiento de José Zorrilla (con un mes monográfico en marzo), así que se espera un incremento considerable del número de visitas.