Diputación revisará en el III Plan de Igualdad el bajo cumplimiento de objetivos

La evaluación del segundo documento muestra un bajo grado de incumplimiento de los objetivos vinculados con la promoción de la igualdad en Diputación

Favorecer la conciliación familiar o garantizar un acceso en igualdad de condiciones a las plazas de empleado público son algunas de las carencias

A medio camino se ha quedado la lucha contra el acoso laboral, la atención integral a víctimas de violencia de género o la propia sensibilización social

El nuevo plan apuesta por la perspectiva de género y la paridad, tomado al hombre tanto como sujeto activo como pasivo en términos de igualdad

La Diputación de Burgos se encuentra inmersa en la elaboración del III Plan de Igualdad de Oportunidades y Contra la Violencia de Género, que servirá para paliar los déficit detectados en la evaluación del segundo documento, correspondiente a los años 2014-2015. Carencias que no son pocas ya que la mayor parte de los objetivos marcados han tenido un grado de cumplimento bajo. En concreto, once de los veinte específicamente analizados por los técnicos, que se han quedado por debajo del 45 por ciento de ejecución.

El segundo plan apostaba por la transversalidad y por fomentar la igualdad de oportunidades en el ámbito de la Corporación Provincial, para “dar ejemplo”.  Y precisamente ese último objetivo está entre los que presentan menor índice de implantación, en cuestiones como corregir discriminación directa o indirecta en la plantilla provincial, fomentar y facilitar la conciliación laboral, planificar en clave de género las políticas de empleo o erradicar el lenguaje sexista de las publicaciones de la Diputación.

La plantilla provincial continúa presentando casos de discriminación por razón de género

Durante los años de aplicación del programa tampoco se han alcanzado los objetivos de visibilizar a las mujeres en el medio rural o fomentar redes de apoyo, y la difusión del plan en sí mismo también ha estado plagada de carencias. Sin embargo, en lo que sí se ha cumplido con lo marcado es en atender las necesidades y demandas de información, asesoramiento y orientación de mujeres  que viven en el medio rural, y que presentan problemas concretos dentro de su proyecto personal. La evaluación considera “completo” el objetivo.

Grado de cumplimiento alto para la sensibilización en igualdad de oportunidad, y medio alto para la atención a mujeres rurales en el ámbito de los Servicios Sociales y la prevención de la violencia de género. A medio camino se han quedado objetivos como prevenir y eliminar el acoso laboral o la violencia de género en el trabajo, concienciar a la ciudadanía contra la violencia de género, mejorar la situación de las mujeres extranjeras en situaciones de riesgo de exclusión social o prestar una atención integral a las víctimas de violencia de género.

Para el sindicato SOI, el informe de evaluación “marca un claro y estrepitoso fracaso” de la Diputación en materia de igualdad de oportunidades y lucha contra la violencia de género, entre otras razones, porque no se negoció con los representantes de los trabajadores y la propia institución adolece de cultura de igualdad. Por ese motivo, desde el sindicato piden que se tenga en cuenta a la Mesa General de Negociación a la hora de confeccionar ese tercer documento, que se encuentra en fase de elaboración y aportación de alegaciones por parte de los grupos.

Perspectiva de género y paridad

En el nuevo plan se intenta normalizar la figura del hombre como padre que concilia y tiene derechos

En el caso del tercer plan se tendrán en cuenta las carencias definidas en la evaluación, trabajándose desde dos nuevas perspectivas. Por un lado, la perspectiva de género, sobre la base de modificar, corregir y compensar discriminaciones y desigualdades. Por otro, la paridad, incluyéndose la figura masculina en la consecución de objetivos de igualdad de género y lucha contra la violencia machista. En este último caso, el hombre será tanto sujeto activo como sujeto pasivo.

El documento hace hincapié en la necesidad de garantizar la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral de la Diputación (acceso en igualdad de condiciones, no discriminación laboral). También se contemplan acciones de discriminación positiva en favor de mujeres y hombres que ejerzan sus permisos de maternidad o paternidad, o que se reincorporen tras un periodo de excedencia para cumplir con obligaciones familiares. Y se busca normalizar la figura de los padres en cuestiones como la conciliación familiar.

Horarios flexibles, días de libre disposición, preferencia en la elección de turnos o vacaciones deberían funcionar del mismo modo para madres que para padres, a fin de facilitar la conciliación laboral a ambos géneros. Del mismo modo, al hombre se le considera un sujeto activo en la lucha contra la violencia de género, como parte indispensable para la concienciación y la sensibilización social. Pero también sujeto pasivo, ofreciéndole una atención integral (social, psicológica, jurídica) ante posibles casos de agresiones.

El segundo plan contempla de nuevo acciones para visibilizar a la mujer en el medio rural y favorecer su autonomía personal y su promoción profesional, a través de proyectos formativos, planes de empleo, asociacionismo… Y, en clave interna, se apuesta por crear una comisión de igualdad (ya se incluía en el anterior documento), un protocolo contra el acoso y estudios de riesgos psicosociales diferenciados por género. El borrador del documento plantea una presupuesto para 2017 de 578.000 euros.