Promoción Gitana lanza una campaña para romper estigmas y prejuicios
La Asociación Promoción Gitana pone en marcha la campaña ‘Compartiendo Culturas’, mediante la que pretenden acercar la realidad del pueblo gitano al resto de la sociedad
Se están volcando en el ámbito educativo, con charlas en centros escolares
Conocerse mejor unos a otros. Ese es el objetivo fundamental que persigue la Asociación Promoción Gitana, que acaba de poner en marcha la campaña ‘Compartiendo Culturas’, una iniciativa mediante la que pretenden acabar con parte de los prejuicios y estigmas que aún hoy arrastra el pueblo gitano por el mero hecho de serlo. Y es que, según subraya Jimema Ibáñez, educadora social del colectivo, “en España hay un millón de gitanos y, al igual que sucede con los payos, hay de todo”. El problema, mantiene, es que la sociedad sigue viendo a los gitanos desde el punto de vista de “la marginalidad” o, incluso, “el folclore”.
La normalización en la educación es uno de los principales caballos de batalla
Por eso, desde la asociación se considera fundamental trabajar en materia de sensibilización con todos los colectivos posibles, empezando por los centros educativos. Es en ese ámbito donde mayores esfuerzos se están realizando con la campaña ‘Compartiendo Culturas’, que hoy se ha materializado con una charla desarrollada en la Facultad de Educación. Allí, Ibáñez y dos jóvenes estudiantes de etnia gitana han intentado mostrar a los asistentes un halo de normalidad. “Cada vez hay más gitanos en las universidades”, que es quizá uno de los principales caballos de batalla en pro de la inserción total, pero “todavía queda mucho por hacer” ha reconocido Ibáñez.
Cierto es que la edad media de abandono escolar de la etnia gitana es sensiblemente superior a la media general, pero también es cierto que curricularmente no hay referencia alguna al pueblo gitano. “Llevan en España desde el siglo XV y en ningún sitio se explica su historia”, lo que facilita que “no se sientan identificados”, subraya Ibáñez desde la perspectiva que le ofrece ser paya.
En este sentido, la educadora entiende que es necesario seguir “avanzando” en el “conocimiento mutuo” de las culturas, máxime teniendo en cuenta que “hacen falta todavía algunas generaciones” para alcanzar la normalización absoluta, ya que “los gitanos son ciudadanos de pleno derecho desde la Constitución, que es todavía relativamente joven”. Mientras tanto, lo único que se puede hacer es acelerar esa normalización lo máximo posible.