1-1. Un empate que sabe a poco en Anduva

El Mirandés consigue romper la dinámica de derrotas que arrastraba desde hacía cinco jornadas, pero firma un empate con el Córdoba que sabe a poco

Los rojillos pudieron sentenciar en la primera parte, pero los hombres de Oltra fueron mejores en la segunda parte

1-1. Un empate que sabe a poco en Anduva Mirandés y Córdoba firmaron un empate en laprimera vuelta. LFP

El Mirandés consiguió hoy romper la dinámica de derrotas en la que se había instalado desde hacía cinco jornadas. Esa es la buena noticia para la parroquia rojilla. La mala es que fue incapaz de ganar por octava jornada consecutiva, lo que supone un bagaje demasiado escaso como para tirar las campanas al vuelo. El conjunto rojillo sumó hoy un empate frente al Córdoba en un partido en el que los hombres de Terrazas pudieron sentenciar en la primera parte, pero que el conjunto cordobés consiguió igualar en la segunda mitad. 

Ficha Técnica

1 – Mirandés: Roberto; Moreno (Rúper, min.72), Fran Cruz, Aurtenetxe; Maikel Mesa, Álex Ortiz, Néstor, Hervás (Kijera, min.46); Guarrotxena (Sangalli, min.55), Pedro y Bustos.

1 – Córdoba: Kieszek; Antoñito, Caro, Bijimine, Cisma; Luso, Guille (Borja, min.73); Alfaro (Quiles, min.87), Juli, Bergdich (Ríos, min.64); y Rodri.

Goles: 1-0, min.22: Pedro; 1-1, min.62: Juli.

Árbitro: Areces Franco (Colegio Asturiano). Mostró tarjeta amarilla a Moreno y Aurtenetxe por el Mirandés y a Juli y Bijimine por el Córdoba.

Incidencias: Partido correspondiente a la décimo quinta jornada de la Liga 1|2|3 disputado en el estadio municipal de Anduva ante 2.496 espectadores.

Buena actitud la del Mirandés, que desde el comienzo del choque se mostró muy superior a su rival, dominando los espacios, imponiendo el ritmo y llevando el encuentro a su terreno. De hecho, Néstor pudo abrir el marcador cuando todavía no se había cumplido el primer minuto con una buena internada y un disparo desde media distancia que se marchó alto por poco.

Esa ocasión pareció despejar cualquier tipo de presión que pudiera sentir el Mirandés tras las últimas cinco derrotas. Los hombres de Terrazas estaban obligados a ganar para salir de la negativa dinámica en la que se encontraban inmersos, pero el Córdoba también, y a los andaluces sí que pareció que les pasó demasiada factura la presión en los primeros compases. El Mirandés dominaba el tempo y los espacios y acumulaba ofensivas infructuosas hasta que apareció Pedro. En el 22, el delantero malagueño cazaba un buen centro de Bustos en el segundo palo y batía por bajo a Kieszek.

A partir del gol, el Mirandés pareció ganar en confianza y consiguió aprovechar los espacios en el centro del campo que estaba dejando el Córdoba para generar peligro en tres cuartos. Bustos probó con un lanzamiento lejano atajado con ciertas dudas por Kieszek y Guarrotxena lo intentó por partida doble, con un lanzamiento a la media vuelta en el 28 y con un disparo demasiado crizado en el 41. Ambas ocasiones se marcharon fuera por centímetros y el Mirandés acabó lamentándose.

Y es que, la falta de puntería de los rojillos pareció dar alas al Córdoba, que en los últimos cinco minutos del primer tiempo consiguió hacer todo lo que no había hecho hasta el momento, firmando sendas ocasiones de peligro real de Alfaro, Antoñito y Cisma. Ésta última obligó a Roberto, que debutaba en liga con la camiseta del Mirandés, a estirarse para mandar el balón a córner.

Quizá, lo mejor que le pudo pasar al Mirandés entonces fue que el árbitro pitara el final. Sin embargo, el Córdoba regresó de vestuarios inmerso en la misma línea ascendente y desde el primer minuto del segundo tiempo se sintió superior al conjunto rojillo, dominado por las transiciones ofensivas verdiblancas. Los de Oltra, que se estaba jugando el puesto, comenzaron pronto a generar peligro y en el 51 Roberto sacaba una mano salvadora para atajar un cabezazo a bocajarro de Alfaro. Pero la dinámica del choque ya había cambiado. En el 62, Juli cazaba un balón dentro del área, se daba la vuelta con clase y se inventaba un derechazo directo a la escuadra para empatar el partido.

A partir de ahí, el encuentro se convirtió en un correcalles intermitente, en el que ni unos ni otros fueron capaces de llevar el juego a su terreno. Roberto sacaba un mano a mano a Rodri en el 69, mientras que Sangalli no llegaba a cabecear por centímetros a puerta vacía en el 76 y Kieszek sacaba una mano en el 80 para impedir el gol en un disparo a bocajarro de Maikel Mesa.

Al final, un empate que ambos parecieron dar por buenos -quizá más el Mirandés- pero que no termina de romper las dinámicas en las que se encuentran inmersos. El próximo fin de semana, el conjunto rojillo visitará el Sánchez Pizjuan para medirse en horario matutino al Sevilla Atlético, una de las grandes sorpresas del campeonato.