El colegio ‘Niño Jesús’ recuperará su protección patrimonial a través de la Junta

La modificación del PGOU para restituir la protección a los edificios deberá ser aprobada definitivamente por el Gobierno regional

Fomento conocerá el martes le informe técnico sobre las alegaciones presentadas al acuerdo alcanzado en Pleno municipal en junio

El colegio tendrá protección ambiental, descartándose el proyecto urbanístico previsto por la congregación religiosa, aunque admitirá variedad de usos

El Pleno del Ayuntamiento de Burgos acordó, en su sesión de junio, modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para que el colegio ‘Niño Jesús’ recuperase su protección, impidiendo de ese modo el proyecto urbanístico planteado por la congregación religiosa, y que sí permitía la última redacción del instrumento de planeamiento municipal. Alcanzado ese acuerdo, la Gerencia de Fomento ha ido dando los pasos administrativos preceptivos para hacerlo efectivo, y su resultado se verá en el consejo a celebrar este martes.

A la reunión se llevará la aprobación provisional del modificado, una vez se han resuelto las alegaciones presentadas contra el mismo. La concejal de Fomento, Ana Bernabé, ha recordado que la propuesta de los técnicos de dotar con protección ambiental a los tres edificios se sometió a información pública y se han recibido cuatro informes oficiales favorables (con ciertas prescripciones) y dos alegaciones, una por parte de la comunidad religiosa y otra de la plataforma de defensa patrimonial del ‘Niño Jesús’.

Se han recibido informes favorables de Industria, Aviación Civil, Vivienda o CHD

El Ministerio de Industria y la Confederación Hidrográfica del Duero han emitido informe favorable a la modificación del PGOU, lo mismo que Aviación Civil, si bien es cierto que han pedido que se especifique que el colegio forma parte de las servidumbres del Aeropuerto de Brugos. Y favorable ha sido también el informe de la Dirección General de la Vivienda, aunque ha sido necesario ampliar las justificaciones del cambio de uso del edificio, que pasa de ser únicamente educativo a ampliar a usos residenciales o comerciales.

Los técnicos municipales tienen muy claro que si se limita a un uso docente se está “condenando” al Niño Jesús a un largo periodo de abandono. Y como el objetivo último del planeamiento urbanístico es proteger el bien patrimonial, es mejor ampliar los usos para garantizar que no queda abandonado, reflexionan los técnicos en su memoria vinculante, a modo respuesta a Vivienda, y así se incluye en el proyecto de modificación del PGOU. Documento que también incorpora las alegaciones estimadas por los técnicos.

Alegaciones

Se han aceptado prácticamente todas, tanto las presentadas por la comunidad religiosa como las de la plataforma en defensa del edificio. Se trataba de alegaciones de tipo técnico, como por ejemplo, especificar que determinados elementos arquitectónicos (fachadas, aleros, cornisas o carpintería) debían ser considerados como bienes a proteger, aunque queden amparados teóricamente por la protección ambiental. También los frontones y pilastras de la fachada principal, la escalinata de acceso o la valla perimetral, que deberá ser conservada en su totalidad.

Algunas de las alegaciones han concretado criterios de protección ya incluidos en el documento técnico

Eso sí, a petición de las religiosas, se ha aclarado que se podrá abrir un portón para garantizar el acceso a los servicios de emergencia. Igualmente, y teniendo en cuenta que cualquier edificación deberá cumplir las exigencias de dotación de aparcamiento, la ficha del PGOU relativa al ‘Niño Jesús’ deberá contemplar que se habiliten mecanismos para garantizar esas plazas de aparcamiento, los accesos e incluso la construcción de un montacoches para acceder a los sótanos.

La modificación del PGOU, con la incorporación de los informes y los cambios correspondientes para incorporar las alegaciones, deberá ser aprobada provisionalmente en Pleno y, de ahí, se remitirá a la Junta de Castilla y León, que dará la aprobación definitiva. De este modo se pondrá fin a la polémica surgida tras conocerse que la congregación religiosa proyectaba construir un bloque de ocho alturas y áreas de vivienda, tras haberse rebajado el grado de protección del edificio en la revisión del PGOU aprobada en 2014.