Dos años después del incendio, Campofrío ya está casi lista para empezar a trabajar

Hoy se cumplen dos años del incendio que arrasó la antigua fábrica de Campofrío, y la nueva planta ya está prácticamente lista para empezar a trabajar

El Ayuntamiento y los trabajadores se muestran más que satisfechos por todo lo conseguido hasta ahora gracias al apoyo social

Ya han comenzado a trabajar casi 130 personas en la nueva planta

Dos años después del incendio, Campofrío ya está casi lista para empezar a trabajar El cartel de 'Burgos con Campofrío' vuelve a lucirse en el balcón municipal. GIT

Hace exactamente dos años, las llamas aún estaban calcinando la fábrica de Campofrío. Hoy, sofocado ese y otros muchos incendios, la firma cárnica está de enhorabuena. Y es que, a pesar de que todavía quedan muchos detalles por pulir en la nueva factoría, ésta ya es una realidad. Hasta tal punto que, tal y como estaba comprometido previamente, todos los trabajadores que permanecían bajo la aplicación del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) ya están dados de alta de nuevo como empleados de Campofrío. Además, casi 130 de todos ellos ya están trabajando, mientras otros esperan su turno.

Todavía queda trabajo por hacer para comenzar a producir

De momento, se prevé que los 623 trabajadores actualmente en plantilla vuelvan a sus puestos de manera progresiva durante los próximos meses. Por el camino han ido quedándose alrededor de 140 empleados, que han ido recolocándose en otros lugares o aprovechando la política de prejubilaciones planteada por la empresa.

Sea como fuere, el de hoy es un día alegre, muy distinto al vivido hace ahora dos años, cuando la incertidumbre se apoderó de los trabajadores y de buena parte de la sociedad burgalesa. Por eso, el Ayuntamiento ha considerado apropiado celebrar una jornada de encuentro con los representantes de la plantilla y con el propio presidente de Campofrío, Pedro Ballvé, que se ha desplazado a Burgos una semana antes de que el rey Felipe VI visite la nueva planta.

Ejemplo

En este sentido, el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, ha asegurado que la reconstrucción de Campofrío supone un “ejemplo de cómo se gestiona una crisis”, ya que en dos años se ha transformado una “debilidad” en una “gran fortaleza”. De hecho, la “colaboración” entre empresa, administraciones y sociedad en general ha permitido construir la fábrica de producción alimentaria “más moderna del mundo”, consolidando a Burgos como “referente” en este ámbito.

En la misma línea se han manifestado los representantes del comité de empresa, Hilario Sancho y Pablo Fraile, que han querido “agradecer” las muestras de cariño y apoyo recibidas durante estos dos años, en los que la ayuda de las instituciones públicas y la “unión” de todos los trabajadores ha sido “fundamental”.

A partir de ahí, Lacalle ha recordado que “todavía queda mucho por hacer”, incluida la concesión de la preceptiva licencia que permita empezar a operar en las nuevas instalaciones. A este respecto, el alcalde ha confirmado que en las próximas jornadas se reunirá de nuevo el grupo de trabajo constituido en su día para agilizar todos los trámites administrativos necesarios.

Medalla de Oro

Asimismo, el primer edil ha confirmado la intención del Ayuntamiento de conceder la Medalla de Oro de la ciudad a Pedro Ballvé. El último receptor de la más alta insignia de Burgos fue José Antolín y los grupos municipales consideran que Ballvé cumple con creces todos los requisitos, vista la inmediata decisión de reconstruir la fábrica de Burgos. Eso sí, la concesión de la Medalla se llevará a cabo ya en 2017, previsiblemente en mayo, puesto que el propio Ballvé ha solicitado retrasarla un poco. Mientras tanto, la nueva planta de Campofrío debería empezar a operar de forma progresiva durante los próximos meses.