El final del Plan PIVE provoca una “desaceleración” en el ritmo de venta de coches

El ritmo de venta de vehículos sufre una desaceleración tras la finalización del Plan PIVE, pero los concesionarios están satisfechos por la tendencia anual

En octubre se vendieron en la provincia 512 turismos y todoterrenos

Una tímida desaceleración. El final del Plan PIVE parece haber afectado al ritmo de venta de vehículos, un sector que durante los últimos meses estaba dando muestras de una buena evolución tras superar los momentos más dramáticos de la crisis. Así lo demuestran los datos del mercado, que reflejan que el ritmo de venta de vehículos en los concesionarios burgaleses se ha mantenido prácticamente plano durante el pasado mes de octubre. En concreto, en ese periodo se vendieron en la provincia 512 vehículos en vez de 515, que fue la cifra registrada en el mismo mes de 2015.

Durante los primeros meses del año se acumularon incrementos de más del 10 por ciento

Sobre el papel podría parecer una cifra interesante. El problema está en que durante los primeros meses de este año se registraron incrementos en el ritmo de venta superiores al 10 por ciento, espoleados por la mejora económica y por la aplicación de los sucesivos planes PIVE, que finalizaron este verano tras varios años impulsando el sector. De hecho, las semanas previas al final del plan registraron una muy buena tendencia. La lectura es simple. Muchos de los que tenían pensado adquirir un coche, adelantaron la compra para beneficiarse de las ventajas del PIVE antes de que dejara de aplicarse.

Sin embargo, desde la Asociación de Concesionarios de Automóviles de la Provincia de Burgos (Aconauto) se muestran relativamente satisfechos por la evolución del mercado. No en vano, se estima un incremento anual de alrededor del 10 por ciento en las ventas de turismos y todoterrenos.

Ese es al menos el cálculo realizado por las propias marcas y lo que indica la evolución actual del mercado. “Es cierto que el final del PIVE puede afectar a corto plazo, ya que de hecho se está notando una desaceleración, pero estamos contentos”, afirma Fernando Andrés, presidente de Aconauto.

Otros planes

Eso sí, Andrés no se resigna a abandonar la línea marcada en los últimos años. Y es que, el PIVE, que a menudo se entiende como un plan que “sólo beneficia a los concesionrios”, va mucho más allá. “Con este tipo de iniciativas ganamos todos. Ganamos los concesionarios, pero también sobre todo los clientes. Además, supone una inversión en Seguridad Vial y el el ámbito medio ambiental”, ya que permite renovar un parque de vehículos muy antiguo como el español.