Sacyl deberá indemnizar a la familia de una paciente fallecida tras el retraso en el diagnóstico de un cáncer
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia afirma que el retraso en el diagnóstico “minoró de forma importante” las posibilidades de supervivencia
La paciente fue sometida en tres ocasiones a radiografías pero el radiólogo ofreció tres diagnósticos diferentes, los tres equivocados
Una cuarta prueba realizada por otro profesional mostró la presencia de un tumor de colón, que se encontraba ya en el estadio más avanzado
La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha condenado al Sacyl a indemnizar con 111.000 euros a la familia de una paciente fallecida en Aranda de Duero, al considerar que el retraso en el diagnóstico de un cáncer de colón “minoró de forma importante” sus posibilidades de supervivencia. Se habría producido una “pérdida de oportunidad terapéutica” que desembocó en el fallecimiento en octubre de 2013, señala la sentencia facilitada por la Asociación ‘El Defensor del Paciente’.
La paciente, de 45 años, acudió hasta en tres ocasiones al Hospital Santos Reyes de Aranda de Duero y, en cada una de las visitas se le realizó una ecografía por parte del mismo radiólogo, quien ofreció tres diagnósticos diferentes. Para cuando se llevó a cabo el diagnóstico correcto, “las probabilidades de curación y tratamiento efectivo eran ya prácticamente nulas”, recoge la sentencia, “dada la evolución importante del tumor y gran afectación a otros órganos”, lo que “mermaba muchísimo” las posibilidades de aplicar una terapia con “unos mínimos visos de éxito”.
El jefe de Cirugía del Santos Reyes reconoció que le radiólogo “no era de fiar”
La primera vez, la paciente fue diagnosticada de apendicitis. Sin embargo, en Cirugía lo descartaron y la mujer volvió a su casa sin saber a qué se debía el bulto que presentaba en la zona y los dolores. De nuevo en el médico de cabecera se solicitó una segunda radiografía, y el radiólogo diagnosticó una hernia inguinal, algo que “como manifestaron los peritos” no se podía corresponder con los síntomas que presentaba la paciente. “Por tanto, se debieron realizar pruebas complementarias porque el bulto palpable seguía sin diagnosticarse”, apuntan desde El Defensor del Paciente, denunciante del caso.
La situación se volvió a repetir una tercera vez y, el mismo radiólogo, diagnosticó “hemangiomas”. “No obstante, algo no debió convencer a los médicos”, apuntan desde la asociación, pues solicitaron que se repitiera la ecografía, pero esta vez realizada por una radióloga distinta. El mismo día se realizó una segunda ecografía, con un resultado muy distinto a la anterior, puesto que se describía “gran masa heterogénea sólida en fosa iliaca derecha sugestiva de neoplasia, con dos lecciones vecinas a esa masa. Asimismo, se hallan numerosas metástasis hepáticas”.
Cinco meses después
Ante estos hallazgos se decide realizar un TAC abdominal, que confirmó un tumor en estadio IV, el más avanzado, con metástais, y que fue destectado cinco meses después de las primeras pruebas. Desde la Asociación ‘El Defensor del Paciente’ critican que en el hospital tuviesen constancia de numerosas quejas en relación con el radiólogo, como reconoció el jefe de Cirugía. La sentencia recoge que “no era de fiar”, “fallaba demasiado” y “llovía sobre mojado”, porque no era esta la primera vez que erraba en sus diagnósticos.
La asociación se pregunta si, de haber realizado las ecografías una persona diferente, el resultado también habría sido distinto, pero también por qué no se solicitaron pruebas complementarias sabiendo de los errores del radiólogo. “Esta situación es absolutamente intolerable, puesto que se está jugando con la vida de los pacientes, y lo peor de todo, es que el propio jefe de Cirugía lo está permitiendo, al mostrar tal pasividad ante un hecho conocido y mantener en el servicio a un radiólogo incompetente”, ha asegurado la presidenta de la Asociación, Carmen Flores.