Villafruela se suma al control de topillos con cajas nidos para depredadores

GREFA y el MAGRAMA extienden el proyecto para controlar biológicamente la población de topillos

Se instalarán cajas nido para la reproducción de cernícalo vulgar y lechuza común, depredadores naturales

La iniciativa pretende controlar de forma natural las explosiones demográficas de los roedores

Villafruela se suma al control de topillos con cajas nidos para depredadores Las nuevas cajas nido ya están instaladas. GREFA

El municipio de Villafruela se ha sumado al proyecto de control biológico del topillo, desarrollado por la asociación GREFA en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), con la instalación de cajas nido que favorecerán la cría del cernícalo vulgar y la lechuza común, ambas especies depredadoras de topillos y otros roedores. El proyecto se acaba de implantar también en Macotera (Salamanca) y Morales de Toro (Zamora), por lo que son una veintena los municipios de la región implicados.

La iniciativa se puso en marcha en 2009, a fin de desarrollar técnicas novedosas pero conservacionistas para la prevención de daños a la agricultura de la mano de estos roedores, que experimentan explosiones demográficas periódicas que suponen un gran amenaza para los cultivos de la región. El objetivo es recuperar los depredadores naturales de los topillos, a través de la colocación de esas cajas nido en las que nidifcarán las rapaces. Se instalan aproximadamente cien de esas cajas por cada mil hectáreas.

El veneno tiene un impacto ecológico importante y no va a la raíz del problema

“La lucha biológica contra el topillo es una alternativa al uso de rodenticidas químicos, cuya aplicación en los medios agrícolas afecta a muchas especies silvestres de gran importancia ecológica o cinegética”, ha explicado Fernando Garcés, secretario general de GREFA. Una vez instaladas, la asociación realizará una evaluación de su ocupación por parte de cernícalos y lechuzas, así como de las densidades de topillo, “lo que nos permitirá valorar la eficacia de un método que pretende ser sustitutivo de la bromadiolona, rodenticida anticoagulante prohibidos recientemente”.

Control natural

Desde GREFA apuestas pon el control biológicos del topillo sobre sus explosiones demográficas frente a los venenos, que se han demostrado ineficaces y, además, afectan a otras especies. Recuerdan que, en la plaga de 2006-2007, se utilizarán los venenos como mecanismo de control, asegurándose que la plaga se había reducido en un 92 por ciento. Sin embargo, nunca se realizaron estudios de campo que lo demostraran y, en realidad, lo que ocurrió es que la plaga se agotó en sí misma, como pronosticaron los científicos, aunque el daño ya estaba hecho.

Por ejemplo, anticoagulantes aplicados se distribuyeron utilizando cereal en grano como cebo y, como era de esperar, fueron consumidos por especies granívoras. Palomas, calandrias, perdices, alondras, ánades reales o avutardas fueron apareciendo muertas por todos los campos donde se esparció el veneno, y después sus depredadores, como ratoneros, milanos o lechuzas. El daño ecológico fue importante, de ahí la apuesta por controlar biológicamente las poblaciones de topillo con rapaces naturales.