C’s no se “resigna” a aceptar las condiciones de los bancos en la deuda del Consorcio…
Ciudadanos asegura que el informe de Jiménez-Blanco es subjetivo y no da respuesta a muchas de las dudas legales planteadas
Insiste en repartir las responsabilidades a partes iguales entre el Ayuntamiento y las entidades consorciadas, poniendo en duda su representación legal
Lamenta que el PSOE se haya “rendido” tras conocer el informe
Gloria Bañeres y Jesús Ortego. GIT
El Grupo Municipal de Ciudadanos no se “resigna” a plegarse a las condiciones impuestas por las entidades bancarias en la crisis de la deuda del Consorcio para la Variante Ferroviaria. Y es que, según ha manifestado esta mañana la portavoz de la formación naranja en el Ayuntamiento, Gloria Bañeres, el informe del catedrático Antonio Jiménez-Blanco sobre el que se ha decidido pivotar toda la acción municipal en esta materia es “pobre” y tiene un marcado carácter “subjetivo” que no cumple con las exigencias planteadas en el momento de su solicitud.
Bañeres asegura que el informe está plagado de “opiniones personales” y no jurisprudencia
En este sentido, Bañeres, abogada de profesión, ha asegurado que el documento, de más de 90 páginas de extensión, adolece de argumentación jurídica y jurisprudencial. Todo lo más, ha reiterado, supone la manifestación de la “opinión personal” de uno de los catedráticos más reconocidos en derecho mercantil del país, pero una mera “opinión” que no da respuesta a la mayor parte de los grandes interrogantes de la polémica.
Cuestiones “clave” en todo este proceso, como “cuáles son los entes consorciados” y cuál es el papel legal de las fundaciones bancarias en el organismo tras el proceso de transformación del que vienen siendo objeto en los últimos años se quedan, según Bañeres, sobre la mesa. Y no es una cuestión baladí, subraya, por cuanto que la presencia en las reuniones del Consejo Rector del Consorcio de miembros sin representación legal en el mismo podría llegar a derivar en la “anulación” de todas las actas del mismo, un planteamiento sobre el que ya se vienen dibujando numerosas dudas.
A partes iguales
Por todo ello, desde Cidadanos no se conforman con la postura que parecen haber adoptado ya tanto el Equipo de Gobierno como el PSOE, que “se han rendido” una vez que el informe pone al Ayuntamiento “al pie de los caballos”. Lejos de aceptar tal tesis, desde la formación naranja vuelven a apelar al espíritu negociador de las entidades acreedoras, al menos CaixaBank e Ibercaja por su vinculación con el Consejo Rector, y abran la puerta a una reestructuración de la deuda más ventajosa para la ciudad.
Básicamente, insiste Bañeres, ambas entidades deberían “poner el hombro” para repartir la deuda entre las tres partes. No en vano, con la fórmula planteada para financiar el desvío “íbamos a ganar todos”, pero después del pinchazo de la burbuja, “sólo va a perder el Ayuntamiento”, algo que, insiste, “no es justo”, máxime teniendo en cuenta la profunda vinculación de las antiguas cajas con la ciudad. Al margen de todo ello quedaría Deixa Sabadell, entidad a la que “no le podemos decir nada”, puesto que no está en el Consorcio, pero también es acreedora.
Responsabilidades
Asimismo, desde la formación naranja no se “renuncia a dirimir responsabilidades” sobre la gestión realizada en el seno del Consorcio. A este respecto, ha añadido Bañeres, queda por ver quién y cómo se hace cargo de la venta de los terrenos que aún faltan por vender, puesto que quizá se podría gestionar mejor, o al menos de manera distinta.
Sea como fuere, lo que está claro es que la espada de Damocles sigue estando sobre el Ayuntamiento, que se enfrenta a la posibilidad real de que las entidades acreedoras ejecuten la deuda, lo que implicaría un auténtico varapalo para las cuentas municipales, que de la noche a la mañana deberían reflejar una deuda a mayores de casi 167 millones de euros. Eso, a su vez, implicaría la intervención del Ayuntamiento por parte del Estado y la pérdida de autonomía financiera, advierten desde diferentes ámbitos. Eso sí, a juicio de Ciudadanos, esa posibilidad no tiene por qué ser tan mala o peor que la reestructuración planteada por los bancos, que también maniata al Consistorio a medio plazo.