Carriedo vincula el incremento de la siniestralidad al crecimiento de la actividad económica
El consejero de Empleo de la Junta asegura que la probabilidad de accidentes laborales se incrementa con el crecimiento de la propia actividad
La Junta potencia el seguimiento a los trabajadores de mayor edad
A mayor actividad económica, mayor probabilidad de accidentes laborales. Esa es una de las principales conclusiones puestas sobre la mesa por el consejero de Empleo de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, que esta mañana ha vinculado ambas situaciones en el marco de la jornada ‘Envejecimiento de la Población Trabajadora, un nuevo reto para la Prevención de Riesgos Laborales’, a la que han acudido cerca de un centenar de representantes sindicales y empresariales.
En los últimos meses se ha registrado un incremento de la siniestralidad laboral
En este sentido, Carriedo ha confirmado el incremento de la siniestralidad laboral en Castilla y León en términos absolutos, asegurando que es algo que entra dentro de la lógica económica al haberse registrado un incremento generalizado de la actividad. La ecuación, según Carriedo, es simple. A mayor número de trabajadores, mayor probabilidad de un aumento del número de accidentes. En lo que no ha querido entrar en detenimiento es en el incremento que también se está registrando en el ratio de accidentes por cada mil trabajadores en Castilla y León, aunque la estadística no está cerrada.
Sin embargo, éste último aspecto viene de la mano de la temática de la propia jornada, celebrada en el salón de actos del Centro Cívico de San Agustín. Y es que, buena parte de las sociedades occidentales se enfrentan a un futuro peliagudo en el ámbito laboral, ya que la población está envejeciendo y los trabajadores cada vez tienen una edad media más alta.
Esa es una realidad de la que no escapa España ni, muchísimo menos, Castilla y León, azotada como pocas por la despoblación y el envejecimiento. De hecho, ahora mismo, “alrededor del 20 por ciento” de los trabajadores de la comunidad autónoma tiene más de 55 años, según ha explicado Carriedo, una situación que no hará sino agravarse en el futuro próximo. Así, se calcula que en 2013, el 30 por ciento de los trabajadores de la Unión Europea superen la barrera de los 55 años.
Medidas
El conocimiento de esta realidad no hace sino obligar a los responsables políticos, sindicales y empresariales a poner en marcha una serie de medidas correctoras que permitan paliar los condicionantes que sufren los trabajadores más mayores. En este sentido, Carriedo ha insistido en que a menudo, la experiencia de éstos les permite afrontar el trabajo con menos riesgos que los más jóvenes, pero cualidades físicas como los reflejos van poco a poco perdiéndose, lo que obliga a adaptar las condiciones de trabajo y la formación a dicha realidad.