‘Del pueblo a China’, pasando por Burgos

Jaime y Manon, un cordobés y una francesa, recorrerán 14.000 kilómetros en China, buscando recaudar 2.500 euros para la reconstrucción de una escuela en el Congo

Hace más de un mes que salieron de Fuente Palmera (Córdoba) y este fin de semana han conocido Burgos, desde donde reemprenden el viaje esta mañana

‘Del pueblo a China’, pasando por Burgos Jaime García y Manon Godot han hecho turismo en Burgos antes de reemprender su largo viaje. IAC

La vida es un viaje, o eso dicen algunos, pero Jaime García y Manon Godot lo tienen escrito a fuego. Desde los 25 años -tienen 31- llevan recorriendo el mundo de mil maneras diferentes. Sin embargo, el viaje que emprendieron en bicicleta, hace algo más de un mes, desde Fuente Palmera (Córdoba) hasta Pekín es diferente. Semejante aventura será una nueva experiencia pero con una finalidad solidaria, recaudar fondos para la ONG ‘Los Amigos de Ouzal’, que está reconstruyendo un colegio en el Congo. 

Para ello, la pareja de aventureros han diseñado un viaje que han titulado ‘Del Pueblo a China’ que les llevará a recorrer unos 14.000 kilómetros en bicicleta, atravesando España, Francia, Italia, Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia, Rumanía, Ucrania, Rusia, Kazajistán, Uzbekistán, Kirguistán y, finalmente, China. Según calculan, esto les llevará unos 14 meses en los que han fijado etapas de entre 70 y 100 kilómetros diarios.

Durante este tiempo, promocionarán la aventura a través de su web y de Facebook, de forma que anime a quienes la conozcan a aportar donaciones para el proyecto del Congo que han decidido a apoyar. Para ello, han abierto una petición de ‘crowdfunding’ que hasta el momento ha recibido 470 euros. Esta cantidad, junto a la que consiguieron pactar con patrocinadores cordobeses, alcanza los 1.200 euros. El objetivo es llegar a 2.500 euros, una cifra asumible y que seguramente sobrepasen.

Jaime, Manon y dos bicicletas

Jaime, Manon y sus bicicletas tienen un largo y precioso viaje por delante. Silnieto

Jaime, Manon y sus bicicletas tienen un largo y precioso viaje por delante. Silnieto

Este viaje comenzó en Fuente Palmera, pueblo de Jaime García. Desde ese municipio de la provincia cordobesa, la pareja bajó hasta Sevilla para comenzar, desde la Catedral de la capital andaluza, la Ruta de la Plata, que les llevó a alcanzar la Catedral de Santiago, tres semanas después. Tras unos días de descanso, reemprendieron el viaje por el camino de Santiago francés, solo que haciéndolo en dirección contraria.

Así, este fin de semana han estado en Burgos, donde también han aprovechado para visitar a un amigo de Villariezo y conocer la ciudad. Ya, este lunes por la mañana, volverán a subirse a las bicicletas, camino de Francia. En cinco días confían en salir del país y entrar en Francia, país natal de Manon.

Metodología de viaje

Pero para vivir durante 14 meses sin ingresos, es necesario tener una metodología estricta, que permita que los gastos estén muy controlados. Por ello, Jaime y Manon han establecido unos criterios a seguir durante todo este periodo que les conducirá a Pekín. Con un presupuesto de 20 euros diarios, la pareja no paga por el transporte, obviamente se mueven en bicicleta y tampoco lo hacen por alojamiento, duermen en su tienda de campaña o en viviendas de lugareños que les acogen voluntariamente. Esa cantidad, la emplean únicamente para comer, comprar e, incluso, arreglar sus bicicletas cuando estas necesiten alguna reparación.

Sin miedo a nada

Pero Jaime y Manon no son nuevos en esto. Ambos llevan desde los 25 años viajando por todo el mundo. Autostop, autobús, barco, tren o motocicleta son algunos de los modos de transportarse que les han llevado a conocer Sudamérica, Asia y Europa. Sin embargo, con la bicicleta, explican, tienen la libertad para descubrir cada lugar, deteniéndose donde y cuando quieren.

Antes de esta aventura, la pareja ha vivido durante un año y medio en Malasia, Jaime trabajando como profesor de Educación Física y Manon como traductora. Así, han conseguido ahorrar dinero para poder volver a hacer la mochila y emprender una nueva y larga aventura.

Este espíritu de vida les lleva a respetar a rajatabla el dicho de trabajar para vivir y por eso, ellos mismos se denominan “traviajeros”, dos personas que comparte un estilo de vida en el que, a buen seguro, hará que ningún destino se les resista.