Burgos, ciudad pionera en el recuerdo a los revolucionarios húngaros
En el 60 aniversario de la Revolución de Hungría (1956), Burgos ha recordado a aquellos que consiguieron la libertad para el país con una ofrenda floral
Burgos fue la primera ciudad de toda España en recordar el episodio más trascendente de la historia húngara en su 50 aniversario
Burgos ha vuelto a dar ejemplo en el hermanamiento con el pueblo húngaro. Si hace diez años, en 2006, la ciudad dedicó un monumento y una glorieta al recuerdo de la Revolución de Hungría (1956), hoy, en el 60 aniversario de este episodio histórico, ha recibido la visita de la embajadora de Hungría en España, Enikö Györi, para depositar dos coronas de flores junto a la placa conmemorativa de la glorieta Hungría. Estas coronas han servido, tanto para conmemorar a los revolucionarios húngaros, como para hacer lo propio con los españoles que acogieron a cerca de 200.000 exiliados húngaros.
De hecho, la segunda de las coronas ha sido traída por la propia Embajada de Hungría en España, agradeciendo a Burgos ser la primera ciudad de todo el país que instaló un monumento en recuerdo de la Revolución de Hungría. Este hecho ocurrió en 2006, bajo la alcaldía de Juan Carlos Aparicio, quien ha asistido a la ofrenda de flores y ha recibido, al igual que el actual alcalde, Javier Lacalle, un pin que les ha colocado la embajadora de Hungría.
Este acto ha sido organizado por la Casa de Europa en Burgos, encabezada por su presidente, Pepe Sagredo. Esta institución ha invitado a la embajadora, que ha correspondido la invitación y pasará toda la jornada de hoy la ciudad, participando de las actividades programadas para esta tarde en el salón de actos de Cajacírculo (calle Julio Sáez de la Hoya).
En ese lugar se proyectará el documental ‘Juguemos limpios’ a las 18.30 horas, una obra que narra, a través de la vida del mítico jugador Puskas, la historia del país. Tras la proyección, la embajadora Györi expondrá ante los presentes recortes de periódicos españoles que se hicieron eco de lo que ocurrió en 1956 en Hungría. Para cerrar la jornada, a las 20.00 horas, la pianista Eloísa de Guzmán, formada musicalmente en Budapest, ofrecerá un concierto de música española y húngara. La asistencia a esta jornada es gratuita.