Los seteros ilegales regresan a La Demanda y vuelven a poner en jaque el sector
Varias decenas de seteros ilegales se han vuelto a asentar en las comarcas de La Demanda y Pinares a la espera del inicio de la campaña de recolección
El daño económico y medioambiental que provocan es enorme, pero su control por parte de la Guardia Civil es muy complicado
Los seteros ilegales han vuelto. Según ha confirmado hoy el alcalde de Canicosa de la Sierra y diputado provincial, Ramiro Ibáñez, varias decenas de personas se han vuelto a asentar en las comarcas de La Demanda y Pinares para, tal y como vienen haciendo desde hace varios años, sacar provecho a los recursos micológicos de la zona, es decir, para recoger setas de manera ilegal. El nutrido grupo de seteros ilegales, provenientes en su mayoría de países del este de Europa, llevan algunas semanas en la zona esperando a que comience la temporada de setas, que en esta ocasión se está retrasando.
La presencia de seteros ilegales ya provocó muchos conflictos el año pasado
Ese retraso ha motivado, según Ibáñez, que los seteros ya hayan acabado con las endrinas y las moras de toda la comarca. Ahora, el objetivo son las setas, cuya recolección debe hacerse siguiendo unos criterios mínimos para fomentar su conservación y cumpliendo, en todo caso, la normativa. En este sentido, el consejo de la Junta de Castilla y León y de la Guardia Civil pasa por aprobar en cada Ayuntamiento una normativa que regule la explotación de los recursos micológicos. Con esa regulación en la mano, que poco a poco se está extendiendo por todos los municipios de la zona, la Guardia Civil ya puede actuar y sancionar.
Sin embargo, el propio Ibáñez ha reconocido la extrema dificultad de poner coto a los seteros ilegales. No en vano, la superficie a controlar es de miles de hectáreas en toda la zona y los seteros cuentan ya con mecanismos para evadir controles. Además, las sanciones impuestas a menudo no llegan a su destino en el extranjero y la recolección ilegal no está contemplada como delito. Por todo ello, al margen de controlar que no se generen conflictos paralelos, el principal recurso de la Guardia Civil en el territorio es la incautación de las setas y hongos recolectados.
A partir de ahí, la clave sigue siendo controlar el mercado negro. La idea es sencilla. Si bloqueas la salida comercial de los productos recolectados de manera ilegal, los recolectores pierden el interés. Y eso, de momento, se antoja complicado, según reconocen las propias autoridades, que, eso sí, han potenciado el control tomando como referencia la experiencia de anteriores campañas.
Problema grave
Sea como fuere, este es un “problema que preocupa mucho” a los alcaldes y vecinos de todas las zonas con recursos micológicos. No en vano, el aprovechamiento setero se ha convertido de un tiempo a esta parte en buen negocio capaz de fijar población y ofrecer oportunidades económicas en el entorno rural y el daño de los seteros ilegales es enorme. Y todo eso sin mencionar el daño medioambiental que provoca la recolección masiva sin control, el cual es difícilmente cuantificable.
En Castilla y León, el sector mueve al año unos 65 millones de euros y 17.500 toneladas, siendo Burgos un gran referente, tanto en producción como en calidad. En el caso de la provincia, hay 53.000 hectáreas incluidas en la red Micocyl, encargada de gestionar y poner orden en los recursos micológicos de la comunidad.