Iñaki Gabilondo asegura que el auge de internet “no matará” al periodismo
El periodista insiste en que la red de redes no es el paradigma de libertad que nos venden
La ética profesional se convertirá en una cuestión de “vida o muerte” para recuperar la credibilidad
El periodismo sufre los efectos “devastadores” de la crisis económica y la crisis tecnológica
Frente a planteamientos dogmáticos y agoreros, Iñaki Gabilondo está convencido de que “internet no matará al periodismo”, y más allá de exigirle una transformación “de arriba a abajo” en estructura empresarial, contenidos y lenguaje, las nuevas realidades digitales solo conseguirán reforzar el papel de los periodistas. Así lo ha asegurado durante en acto de investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Burgos en Comunicación Audiovisual, un reconocimiento que ha recibido “agazapado humildemente” a la sombra de Mario Vargas Llosa.
Las nuevas tecnologías “no son un fin, sino una herramienta”, así que no estamos en un “sálvese quien pueda o un rompan filas”, como parecería a simple vista. Los ciudadanos necesitan referencias para diferenciar lo cierto de lo falso, lo comprobado de lo rumoreado y lo importante de lo anecdótico, ha asegurado el periodista. Ni internet es el gran espacio de libertad que algunos pregonan, ni cualquier información que se transmite encaja en el oficio periodístico, goza de credibilidad y relevancia.
“Las guerras de los poderes por el control no cesan”, ha asegurado Gabilondo, lo que ocurre es que ahora se libran en nuevos escenarios, algunos de los cuales dan imagen de libertad. Por ese motivo, el periodismo es más necesario que nunca ante la gran avalancha de información. Confiar en la fuente, contar con profesionales que jerarquicen y contextualicen los datos, que los hagan “inteligibles” es “imprescindible”, y de ahí que la ética periodística se vaya a convertir en un “asunto de vida o muerte”, opina Gabilondo.
Gabilondo advierte de que estamos inmersos en un terremoto que todavía tiene que traer muchos cambios
De todos modos, el periodista reconoce que nos encontramos en “el minuto 5” del partido de una revolución que todavía traerá muchos cambios bajo el brazo. Las nuevas tecnologías han abierto un mundo lleno de posibilidades, al que toca enfrentarse con ilusión y entusiasmo, pero sin perder de vista los peligros, ha asegurado Gabilondo. No existen verdades absolutas, como tampoco son justas todas las críticas que recibe la profesión periodistas (y sus profesionales), aunque les falta cierto espíritu crítico.
Crisis “devastadora”
Iñaki Gabilondo ha recordado que los medios de comunicación se han enfrentado a una doble crisis, la tecnológica y la económica, ambas con efectos “devastadores”. Un medio no deja de ser un proyecto intelectual que tiene que ser rentable, una empresa que debe subsistir, ha insistido, así que esa doble crisis ha tenido como consecuencias “inmediatas y traumáticas” el paro, el subempleo y los contratos basura, por un lado, y “la coronación imperial de la lógica del gerente y la tiranía de las audiencias”.
Así que a nadie debe de extrañarle que los periodistas focalicen su energía creativa en flotar más que en avanzar, ha comentado Gabilondo, “con recursos que acaso permiten cubrir pero difícilmente descubrir” y que hacen “sospechoso de despilfarro” todo euro que se destina a investigación periodística, corresponsalías o enviados especiales. A pesar de todo ello, el periodista apuesta por la calidad y la profesionalidad para salir de la crisis de credibilidad, por la “excelencia”, un camino que se recorre día a día, paso a paso.