Huerta de Arriba aumenta su familia de buitres negros con seis ejemplares
GREFA reintroduce seis nuevos buitres negros en el recinto de aclimatación, completando el proyecto iniciado en septiembre
El objetivo último es crear una colonia “puente” entre las poblaciones del sur y el centro de la Península y la colonia de Pirineos
Los buitres se liberarán dentro de un año aproximadamente, pero se reintroducirán nuevos ejemplares durante al menos siete años
El proyecto Monachus de reintroducción del buitre negro en la Sierra de la Demanda ha cumplido con una nueva etapa. Desde el pasado jueves, seis ejemplares residen en el recinto de aclimatación construido por GREFA en Huerta de Arriba, haciendo compañía a los cuatro que llegaron a principios de septiembre, y al polluelo Zolorro, que desde el 23 de agosto se encuentra en un nido artificial (hacking), tomado parte de un experimento que combina crianza campestre en nido y aclimatación.
Ernesto Álvarez, presidente de GREFA e impulsor de la recuperación de los buitres europeos, ha recordado que el buitre negro está catalogado como “vulnerable” dentro de las especies amenazadas, y en Burgos las últimas nidificaciones corresponden a los años ’60, ha recordado Lorena Juste, la bióloga encargada del recinto de climatación. El objetivo del proyecto es crear una colonia de cría que sirva de puente entre las grandes poblaciones tradicionales del sur y centro de la Península Ibérica con la que se ha creado en el Pirineo catalán.
Los animales son adultos y subadultos que proceden de centros de recuperación de fauna
La gran mayoría de los buitres negros que han sido trasladados al Huerta de Arriba han sido cedidos por Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cantabria, Galicia y Comunidad Valenciana. Son animales adultos y subadultos que proceden de diferentes centros de recuperación de fauna silvestre, donde ingresaron en su día para ser tratados de diversos problemas o patologías que sufrieron durante su vida en la naturaleza, ha recordado Álvarez.
“Que varias comunidades autónomas cedan estas aves y que Castilla y León las acoja indica que la recuperación de una especie amenazada no entiende de fronteras administrativas”, explica el presidente de GREFA, quien destaca que “gracias a esta colaboración los buitres negros cedidos tendrán una nueva oportunidad de vivir en libertad y de contribuir a un gran proyecto en favor de la biodiversidad europea”. Aunque eso será ya en 2017, cuando superen su periodo de aclimatación de un año aproximadamente.
Liberados en 2017
Lorena Juste se encargará de desarrollar el proyecto, controlando el punto de alimentación instalado en el recinto de la jaula. Como explicaba la bióloga en septiembre, el objetivo es que los buitres asimilen que existe alimentación en la zona, ya que ellos mismos la podrán ver, y se atraerá a otros ejemplares que estén de paso. Juste recuerda que los buitres son animales con tendencia a retornar a sus lugares de crianza, por ese motivo los proyectos de recolonización natural no son fáciles.
La iniciativa de GREFA pasa por realizar liberaciones de buitres periódicamente durante al menos siete años, por lo que serían entre ochenta y cien los animales que se incorporarían al ecosistema de La Demanda, “un número suficiente para garantizar que las ves liberadas lleguen a criar y se pueda crear una nueva colonia reproductora”. Colonia similar a la que ya existe en los Pirineos, en la que se han liberado sesenta buitres en los últimos diez años y que cuenta ahora con cincuenta ejemplares, doce parejas y seis pollos de 2016.
Juste ha recordado que, en todos los casos, los animales estarán anillados y contarán con un emisor para su localización GPS una vez sean liberados, a fin de poder realizar un seguimiento de su adaptación al entorno. Los sistemas de control permitirán detectar si los buitres han sufrido algún problema, si han sido víctimas de un disparo o han resultado envenenados. Además, el proyecto en Huerta de Arriba servirá para trabajar en la recuperación de los quebrantahuesos, desaparecidos hace medio siglo, y en la conservación del alimoche.