El viento y la lluvia obligan a Bomberos a realizar más de una treintena de salidas
Saneamientos de fachadas y retirada de ramas fueron las principales intervenciones de la mañana
La tormenta de media tarde les obligó a actuar en numerosos achiques de agua por toda la ciudad
Las ramas se desgajaron en numerosos árboles. Francho Pedrosa
Por docenas se pueden contar los avisos recibidos ayer en el Parque de Bomberos de Burgos a causa del fuerte viento registrado por la mañana y de la gran tormenta de media tarde. Achiques de agua, saneamientos de fachada y retirada de ramas y elementos vegetales fueron las principales actuaciones. Eso sí, ninguna de las salidas tuvo especial relevancia, intervenciones ordinarias que demuestran sin embargo que Burgos aún no está preparado para decirle adiós al verano.
Fuentes Blancas, La Quinta, Camino de Villalonquéjar, Barriada de la Inmaculada, Gonzalo de Berceo o Averroes fueron algunas de las localizaciones hasta las que tuvieron que desplazarse efectivos de Bomberos para atender desprendimientos de ramas, algunas de las cuales acabaron incluso sobre vehículos estacionados en los alrededores. En total, el Parque de Burgos calcula una docena de salidas de estas características a lo largo de todo el día, aunque especialmente por la mañana.
Y otras ramas atacaron a algún vehículo. Policía Local
Y es que las fuertes rachas de viento de mediodía mantuvieron entretenidos a los bomberos, y no solo con ramas. Otra docena de intervenciones se tuvieron que realizar para saneamiento de fachadas, en Reyes Católicos, Pérez Platero, Francisco Olmeda o Travesía del Mercado. El viento llegó a ser tan intenso que los hoteleros que no habían retirado sus terrazas a tiempo tuvieron que, en algunos casos, andar recogiendo mesas y sillas por plazas y calles. Y es que no queremos despedirnos del verano.
Ya por la tarde, el Parque de Burgos tuvo que afrontar salidas continuadas para achique de agua tras la intensa tormenta registrada pasadas las seis y media de la tarde. Se han contabilizado 12 intervenciones, muy dispersas, y todas en exteriores salvo la salida a una peluquería en la Avenida de La Paz que se vio inundada por un atasque de bajante. Balsas de agua se formaron en la Avenida de Castilla y León, la Glorieta de Bilbao, la zona de la Universidad, el G-3 e, incluso, el Paseo del Espolón, como consecuencia a que los sumideros no estaban limpios.