28-25. Reacción y primera victoria de la temporada
El Villa de Aranda suma la primera victoria de la temporada tras remontar ante el Bidasoa después de una primera parte demasiado errática
La reacción del equipo en la segunda mitad fue muy destacable
Inicio esperanzador. El Villa de Aranda comenzó hoy con buen pie la temporada tras reaccionar a tiempo y remontar un partido que parecía tener perdido. El conjunto ribereño llegó a ir perdiendo de cinco goles frente al Bidasoa dando muestras de debilidad, pero una gran segunda mitad fue suficiente como para sumar los dos primeros puntos del campeonato.
Ficha Técnica
28 -Villa de Aranda (10+18): Amérigo (p), Adrián Fernández (4), Moyano (6, 1p), ‘Bicho’ (1), Megías (-), Iker Antonio (1), Manu (2) -siete inicial-; Ledo (p), Torres (2), Nantes (7, 1p), Amorim (3), Bojicic (1), Montserrat (1).
25 – Bidasoa Irún (14+11): Dejanovic (p), Cristian Martínez (2), Crowley (2, 2p), Odriozola (5), Borragán (3), Azkue (1), Popovic (3) -siete inicial-; Zubiría (p), Cavero (-), Beltza (-), Aldaba (-), Nono(-), Muiña (5), Basaric (-), Lancina (4).
Parciales: 2-3, 3-5, 4-6, 6-10, 8-12, 10-14 (descanso); 14-16, 16-18, 18-19, 23-20, 25-22, 28-25 (fin del partido).
Árbitros: García Mosquera (Andalucía) y Muro San José (Madrid). Descalificaron a Moscariello por triple exclusión. También excluyeron dos minutos a Montserrat y Torres por el Villa de Aranda y a Beltza (2), Cabero, Borragán y Popovic por el Bidasoa Irún.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la Liga Asobal disputado en el pabellón Príncipe de Asturias ante unas 1.000 personas. Se guardó un minuto de silencio por los fallecidos en el accidente de tren de O Porriño
Mal arranque de un Villa de Aranda falto de ideas. Los hombres de Senovilla abusaron de los ataques desde la primera línea, olvidándose por completo de los extremos y, en menor medida, del pivote, un escenario que benefició al Bidasoa. No en vano, defender en esas condiciones es más sencillo, sobre todo si cuentas con la envergadura con la que cuenta la plantilla del conjunto vasco.
Esa falta de alternativas en ataque derivó en una retahíla de lanzamientos forzados fáciles de atajar por parte de Dejanovic, quien acabó con una docena de paradas el primer tiempo. También fue significativo el concurso de Amérigo en la portería del Villa de Aranda. Sin embargo, la efectividad del cancerbero andaluz no pudo evitar que el Bidasoa aprovechara su superioridad para empezar a mandar en el marcador, primero de manera tímida, y luego más evidente.
Los hombres de Cuétara, que regresaba a la que fue su casa durante las últimas tres temporadas, estaban siendo superiores en líneas generales y eso se reflejaba en el electrónico, que fue mostrando diferencias cada vez más abultadas. Poco a poco y casi sin hacer ruido, pero sin pausa. Tanto fue así que en el minuto 26 Odriozola aprovechaba un contragolpe para poner la máxima distancia (13-8). Esos fueron sin duda los peores minutos de un Villa de Arnada demasiado gris y errático, que se agarró al corazón para intentar minimizar el daño antes del descanso (14-10).
Sin embargo, todo cambió tras el paso por vestuarios. Cierto es que unos y otros mantuvieron su propuesta, pero el Villa de Aranda saltó al sintético con un punto más de intensidad en defensa y, sobre todo, algo más de acierto de cara a la portería rival. Un parcial inicial de 3-1 en los primeros minutos encendió los ánimos del conjunto ribereño, que se vino arriba y en un abrir y cerrar de ojos dio la vuelta al partido.
Mediada la segunda mitad, Nantes devolvía el empate al marcador tras aprovechar un contragolpe. Cuétara llamaba a filas a los suyos, pero ya era tarde. Las tornas habían cambiado y ahora era el Villa de Aranda el que mandaba, no solo en el marcador, sino también sobre el sintético. Mejores sensaciones y apoyo de la grada. El Bidasoa desconectó durante varios minutos y lo pagó caro, viendo cómo los hombres de Senovilla aprovechaban todas y cada una de sus pérdidas, que no fueron pocas. Además, Xoan Ledo acabó siendo clave, parando dos contrataques y un penalti en la recta final.
Nantes, que acabó el partido como máximo goleador, puso el 24-20 en el electrónico a falta de diez minutos, una renta muy cómoda para gestionar el final del partido. Y eso a pesar de que el Villa de Aranda acabó con cinco hombres en pista tras la descalificación de Moscariello y la exclusión de Torres, dos contratiempos que no impidieron mantener el resultado y sumar los dos primeros puntos de la temporada.