Químicos y físicos estudian en la UBU los retos de investigación en polímeros

Alrededor de 200 expertos participan en el congreso del Grupo de Polímeros de las Reales Sociedades de Química y Física

Los retos de la aplicación de estos materiales plásticos en el ámbito sanitario es uno de los retos de la investigación

Los polímeros están presentes en órganos artificiales, prótesis, revestimientos de vivienda, vehículos y aviones

Químicos y físicos estudian en la UBU los retos de investigación en polímeros El congreso se ha inaugurado esta mañana. UBU

Químicos y físicos procedentes de ocho países diferentes de Europa y América, se dan cita durante esta seamna en la Universidad de Burgos para analizar las novedades en investigación en el ámbito de los polímeros, plásticos de avanzado desarrollo. Se trata del Congreso del Grupo Especializado de Polímeros, el segundo más importante de las Reales Sociedades Españolas de Química y Física, que se organiza con carácter bienal y que, en esta ocasión, ha sido impulsado por el Grupo de Polímeros de la UBU.

El catedrático de Química Orgánica de la UBU, José Miguel García Pérez, ha recordado que los polímeros están presentes en cualquier ámbito de nuestra vida, ya sea en su vertiente natural o en la artificial. Polímeros naturales son el colágeno, la celulosa o las proteínas; los sintéticos derivan en su mayoría del petróleo y se pueden encontrar, transformados, en las estructuras de los aviones y de los vehículos, en los envases “de plástico”, en órganos artificiales y en prótesis sanitarias, por ejemplo.

Entre los avances, los clavos ortopédicos reabsorbibles, que se convierten en hueso

Y, precisamente, uno de los retos en la investigación de polímero se refiere a su aplicación sanitaria, para resolver necesidades médicas comunes. Órganos artificiales, reemplazo de venas dañadas, suturas, baipás coronarios o prótesis (de rodilla, de cadera) están realizadas con polímeros, ha recordado García Pérez. Se busca diseñar materiales que se adapten a las necesidades del ámbito sanitario, como es el caso de los implantes re-absorbibles, en pleno proceso de desarrollo.

García Pérez pone a modo de ejemplo ilustrativo el de los clavos ortopédicos de plástico que, por sus características técnicas, son reabsorbidos por el cuerpo humano, que los convierte en hueso. Sin embargo, los polímeros tienen otras aplicaciones distantes a las sanitarias, ya que todo el desarrollo tecnológico actual se basa en estos componentes.  En el sector de la automoción, el material polimérico representa unos 150 kilos del vehículo, y los aviones también están construidos en un porcentaje muy elevado de plástico.

Más resistencia, menos peso

Y no es plástico cualquiera, nada tiene que ver con las bolsas del supermercado, ha insistido García Pérez, sino que se trata de materiales de gran calidad y que cumplen unas características muy específicas, de ahí que también sean costosos, económicamente hablando. Están diseñados para ser ligeros pero resistentes, en el caso de la automoción o de la aeronáutica. Igualmente, se trabaja para que contribuyan a reducir las emisiones de ruido, sean menos contaminantes y, en definitiva, ayuden a reducir el consumo energético de vehículos y aviones.

Se trabaja por diseñar materiales ligeros pero resistentes, que abaraten costes energéticos

Por ese motivo, si bien a corto plazo suelen suponer una inversión mayor para las empresas, a largo plazo esa sobreinversión se rentabiliza reduciendo otro tipo de costes asociados. García Pérez ha recordado que los polímeros están también presentes en los aislamientos térmicos y acústicos de las viviendas, y son una de las claves de los nuevos sistemas y materiales que se están aplicando en estos momentos, en las numerosas obras de reforma con criterios de eficiencia energética.

Y así muchos ejemplos más, ha asegurado García Pérez, como los embalajes reciclables, los cables submarinos de telecomunicaciones o los dispositivos electrónicos flexibles, hechos de plástico. Y de todos ellos se hablará, hasta el próximo 8 de septiembre, a través de conferencias y ponencias, a las que asistirán alrededor de 200 químicos y físicos llegados de diferentes puntos de Europa y América. Y es que el congreso es un referente, no solo nacional, sino también internacional, ha recordado el profesor de la UBU.