El “milagro cultural” de Milagros atrajo a 7.000 personas
Grupos revelación coinciden con compañías consolidadas que repiten por la calidad y seriedad de esta iniciativa
El escenario de la Plaza Mayor de la localidad ribereña volvió a acoger espectáculos de gran relevancia
El XXXI Verano Cultural de Milagros ha vuelto a contar con el favor del público, con una asistencia de unas 7.000 personas, gracias a una trayectoria que ha permitido a la pequeña localidad de la Ribera repetir la visita de artistas que se han consagrado en el panorama nacional. Es el caso de Rozalén, que era prácticamente una desconocida cuando acudió a Milagros hace dos años y, este verano, siendo ya objeto de reportajes en televisiones nacionales, ha vuelto para agradecer la acogida que en su día tuvieron.
Mismo camino podría correr el grupo Siloé, que actuó en Milagros un día antes que en el Sonorama 2016, siendo un “desconocido” y sorprendió muy gratamente en ambos escenarios. Se trata de dos ejemplos de grupos que, por su calidad terminan pasando de promesas a realidades, lo que deja en muy buen lugar el trabajo que realiza la Asociación Deportivo Cultural Milcampos para configurar su ya veterano Verano Cultural.
En el ámbito de las artes escénicas, la compañía Yllana, que lleva 10 años acudiendo a su cita veraniega cultural en esta localidad ribereña, representa algunas de sus obras, adaptadas a un escenario al aire libre. Pero, además, en la edición 2016 se ha contado con los monologuistas Bermudez, Flippy y Juan Solo, la cantante de música folk de Vanesa Muela y Hexacorde, el grupo de teatro Corsario, los percusionistas gallegos Odaiko y La Gotera de Lazotea, ganadores del Titirimundi.
El bueno, el feo y el malo
Por otro lado, cabe destacar la recreación de escenas de la película ‘El bueno, el feo y el malo’ por parte de tres miembros de la Asociación Cultural Sad Hill, acompañadas por los magnéticos silbidos de Kurt Savoy. Una iniciativa que se ha estrenado en el Verano Cultural de Milagros pero que pretende hacer una gira por toda la provincia con motivo del 50 aniversario del rodaje en el entorno de Salas de los Infantes del mítico western de Sergio Leone. Esta actividad se completó con una visita a los escenarios del famoso cementerio de Sad Hill en Contreras.