El Ayuntamiento confía en que se retire cuanto antes el cenador de la muralla
El Consistorio ya trabaja en el expediente mediante el que se exigirá la retirada inmediata del cenador instalado en el lienzo de la muralla de la calle Trinidad
Bernabé insiste en que, sea quien sea el propietario de la muralla, la instalación no cuenta con los necesarios permisos
La muralla es un Bien de Interés Cultural protegido por Patrimonio
El cenador instalado días atrás en un lienzo de la muralla medieval de la calle Trinidad “debe retirarse”. Así lo entiende el Ayuntamiento, que tras la polémica suscitada en las últimas jornadas a raíz de la obra, ya está tramitando el correspondiente expediente, según confirma la concejala de Urbanismo y alcaldesa accidental, Ana Bernabé, que recuerda que apenas unas horas después del inicio de la instalación, el Consistorio puso en marcha un proceso que pretende revertir una situación considerada “ilegal” y que ha generado un vendaval de críticas.
Tanto el Ayuntamiento como el propietario del cenador se arrogan la titularidad de la muralla
En este sentido, Bernabé ratifica que el departamento de Patrimonio está trabajando actualmente en el expediente con una premisa bastante clara: la instalación no puede llevarse a cabo. Y eso a pesar de que todavía no se ha terminado de dirimir la propiedad de ese lienzo concreto de la muralla, cuya titularidad se arrogan tanto el Ayuntamiento con el propietario del inmueble desde el que se accede a la parte superior de la muralla.
Por partes. En 1973, el entonces propietario de la parcela y la muralla decidió cedérsela al Consistorio. Éste, entendiendo que se trataba de un bien patrimonial de primera magnitud para la ciudad, aprobó aceptar la cesión por acuerdo plenario. Sin embargo, según parece tras un primer análisis de situación, nunca se llevó a efecto la transmisión en el Registro de la Propiedad, último paso exigido para reconocer el cambio de titularidad.
BIC
Así, los actuales dueños del inmueble se atribuyen esa titularidad, afirmando, además, que fueron ellos los encargados de rehabilitar ese lienzo concreto de la muralla. Así de hecho lo reconoce Bernabé, que explica que la restauración llevada a cabo con motivo de la rehabilitación del inmueble “ha sido buena”, permitiendo mejorar el estado de conservación de un patrimonio catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).
Esa catalogación es la clave de todo el asunto. Y es que, tal y como explica la concejala, la inclusión de la muralla en el catálogo de bienes protegidos impide cualquier actuación de este calado. De hecho, añade, ni siquiera se ha tramitado la correspondiente licencia. Vamos, que el propietario ha decidido colocar un cenador y lo ha hecho sin pedir un permiso que, en todo caso, “nunca se hubiera concedido”.
Notificación oficial
Ahora, una vez instalada la estructura, desde el Consistorio se prepara ya la correspondiente notificación oficial para instar a los propietarios a retirar el cenador. Éstos ya lo saben de manera verbal, pero será el expediente el que marque los tiempos. Eso sí, Bernabé confía en que todo quede en una mera anécdota y se pueda solucionar cuanto antes el asunto por medio del diálogo. “Confío en que lo retiren ellos mismos. En caso contrario, lo haría el Ayuntamiento de manera subsidiaria, pero siempre siguiendo el proceso legal”, recuerda. La buena noticia, asegura, es que se trata de una “instalación móvil” y “se puede retirar fácilmente” sin dañar la muralla.