0-0. El Burgos, notable en defensa, insuficiente en ataque
Los blanquinegros no pudieron ganar a un buen Logroñés, a pesar de que los riojanos jugaron con diez casi toda la segunda parte
Lo mejor del Burgos CF fue la defensa, pero le faltó capacidad de generar peligro en la portería rival
Un momento del partido. BurgosDeporte.com
Se acabaron la probaturas. El Burgos CF no ha podido pasar del empate ante la UD Logroñés, en el que ha sido el último partido de pretemporada para ambos conjuntos, además de ser el encuentro de presentación de los riojanos ante su afición. Las Gaunas ha sido testigo de un partido muy serio, con buenas expectativas de juego de cara a la liga pero sin goles.
Ni riojanos ni burgaleses han sido capaces de generar demasiado peligro en la meta del rival. Esto, a pesar de que el Burgos ha disfrutado de casi 40 minutos de la segunda parte con un jugador más sobre el terreno de juego. No en vano, la expulsión del guardameta titular, Miguel, ha despertado el instinto ofensivo del Burgos, prácticamente dormido en la primera parte.
Pero superado el tramo central del partido y sin que se viesen los goles que todos esperaban, los técnicos de ambos conjuntos han comenzado a aplicar alternativas, llegando a cambiar la totalidad del equipo, por parte de la UD Logroñés, y hasta seis jugadores, por la del Burgos CF.
Ficha técnica
0 – UD Logroñés: Miguel; Amelibia, Paredes, Caneda, Pazó, Javi Rey, Thaylor, Chevi, Mendi, Muneta y Sergio García. También jugaron: Felipe, Rico, Adrián León, Carrillo, Salvador, Luca Ferrone, Espina, Juanfran, Bobadilla, Cabrera y Sergio Benito.
0 – Burgos CF: Toni Lechuga; Andrés, Dani Gómez, Jorge García, Ramiro Mayor; Uxío Marcos, Fito Miranda, Prosi, Adrián, Cusi y Jorge Fernández. También jugaron: José Manuel Pérez, Germán Marijuán, Sergio Esteban, Javi Duro, Álvaro Montero y Carlos Ramos.
Goles: Sin goles.
Árbitro: Ocón Arraiz expulsó a Miguel con roja directa (min. 51) y amonestó con cartulina amarilla a Álvaro Montero (min. 80).
Incidencias: Partido de presentación de la UD Logroñés disputado en el Estadio Municipal Las Gaunas ante unos 1.000 espectadores.
El Logroñés demostró desde el inicio de partido que él debía ser el único protagonista de su partido de presentación. Buen fútbol, combinaciones rápidas y precisas entre los jugadores locales que, sin embargo, siempre se encontraban con una férrea defensa. Los hombres del técnico Paco Fernández estaban volcados en su retaguardia, demostrando que la táctica de la zaga es impecable.
Pocas ocasiones sobre el césped. El Logroñés se desgastaba con el balón, mientras el Burgos CF repelía cualquier internada que pudiese significar peligro para la portería defendida por Toni Lechuga. Sin embargo, los blanquinegros tampoco daban visos de ser capaces de construir y generar ocasiones a los riojanos.
Los minutos pasaban y el partido se diluía en un juego limitado al centro del campo. Únicamente, según se acercaba la recta final de la primera parte, los burgaleses alargaron sus filas y buscaron con más insistencia el gol. Pero, sin merecerlo, unos y otros se fueron al descanso con sus porterías a cero y con pocas acciones que llevarse a la boca.
La segunda parte modificó el planteamiento del partido, después de que en el minuto 51, un balón en profundidad hacia Carlos Ramos obligó a Miguel a realizar una peligrosa salida que se saldó con el derribo del jugador burgalés, que, además, acababa de entrar en sustitución de Jorge Fernández. El colegiado Ocón Arraiz no lo dudó y señaló falta y expulsó a Miguel con una tarjeta roja directa. El técnico de la UD Logroñés, Carlos Pouso, incorporó al segundo portero Jon Ander Felipe, en sustitución de Mendi.
La falta, a pesar de ser en una posición peligrosa fue detenida por Felipe. A partir de ese momento, el Burgos CF asumió que debía ser el protagonista por estar en ventaja numérica. Entonces pudo verse un conjunto blanquinegro más ofensivo que, como está siendo costumbre esta pretemporada, adoleció de falta de chispa en el último tercio de campo y no fue capaz de disfrutar de ocasiones de gol claras.
Mientras, Pouso movió el banquillo y de qué manera. Todos y cada uno de los once jugadores suplentes entraron a jugar a lo largo de la segunda mitad. Paco Fernández hizo lo propio y sustituyó a todos los jugadores con los que había viajado a Logroño, a excepción del guardameta Aurreko.
A pesar de las muchas alternativas que podían ofrecer tantos cambios, el marcador no se movió y dejó a los espectadores hambrientos de goles. Así, la afición cogerá con ganas el primer partido de liga que se disputará el próximo sábado a las 19.00 horas entre la Arandina y el Burgos en El Montecillo.