El centro de investigación de Campofrío se retrasa pero mantiene su apertura en 2017
El Ayuntamiento acaba de aprobar el estudio de detalle de la parcela cedida y tendrá que hacer efectiva ante notario dicha cesión
La UBU trabaja en el proyecto básico, que presentará en agosto, y una vez aprobado se presentará el proyecto de ejecución
Las obras se llevarían a cabo en 2017 y, en lugar de ponerse en marcha en septiembre, el centro deberá esperar a finales de año
Las cosas de palacio van despacio, dice el refranero popular. Y en el caso del Centro de Investigación en Industrias Agroalimentarias (CENIAGRA), un proyecto al alimón entre la Universidad de Burgos y Campofrío, parece ser así. El Ayuntamiento aprobó, en el pleno municipal de julio, el estudio de detalle por el que se ha autorizado el cambio de uso de la parcela cedida por el Consistorio en la zona universitaria, y que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) tenía reservada para albergue municipal.
El convenio suscrito permite a la UBU presentar los proyectos aunque la cesión no sea efectiva
Cumplido este trámite administrativo, el Ayuntamiento tiene que hacer efectiva la cesión de esos terrenos, de 6.000 metros cuadrados de extensión, ubicados en la zona próxima al CIBA (Centro de Investigación de Biotecnología Alimentaria). Y es que el vicerrector de Infraestructuras, Juan Manuel Manso, ha recordado que el convenio suscrito en su momento dejaba pendiente la materialización legal de la cesión hasta que se hubiese aprobado el cambio de uso. Y ahora toca hacer la gestión ante notorio.
Eso sí, este nuevo trámite no limita la capacidad de actuación de la Universidad de Burgos ya que el protocolo firmado con el Ayuntamiento recoge que la institución académica podrá presentar el proyecto básico y de ejecución del centro de investigación aun cuando la cesión no se haya hecho efectiva. Y en ello andan trabajando los técnicos universitarios. Manso ha explicado que el proyecto básico se presentará en este mes de agosto, y que lo tienen muy avanzando, así que intentarán hacerlo “lo antes posible”.
Tres meses de retraso
Luego la pelota volverá a estar en el tejado municipal, puesto que se debe dar el visto bueno al básico antes de presentar el proyecto de ejecución. Y, aprobado ese documento, la Universidad de Burgos sacará a licitación las obras del centro de investigación, aunque la adjudicación se retrasará hasta finales de año. Manso ha insistido en que existe una “imposibilidad legal” de acortar estos plazos, dado que la institución académica no podrá sacar a concurso las obras hasta que no cuente con toda la documentación visada por el Ayuntamiento.
Manso confía en poder abrir el centro en 2017 aunque se haya acumulado un retraso de tres meses
El vicerrector reconoce que se ha acumulado un retraso de unos tres meses, aproximadamente, sobre el proyecto inicialmente previsto. Aun así, “no es malo”. Ya que las obras podrían comenzar en febrero, un buen mes para dar el pistoletazo de salida a los trabajos de cimentación. Manso ha recordado que la obra civil durará unos diez meses, y luego le tocaría a Campofrío equipar el edificio, así que no se podrá abrir en septiembre de 2017, como se habría previsto, pero se confía en que la puesta en marcha se haga dentro del próximo año.
El Centro de Investigación en Industrias Agroalimentarias (CENIAGRA) es un proyecto que nace de la colaboración abierta tras el incendio de La Bureba. Los investigadores de la cárnica han estado utilizando los laboratorios universitarios, y de ahí surgió la idea de crear un centro de investigación agroalimentaria, que será un referente internacional de Campofrío. La obra civil tendrá un coste de 3 millones de euros (la UBU ha reservado en su presupuesto 1,2 para 2016), y del equipamiento se encargará la multinacional.