Nathan Haas rompe en Lerma la hegemonía de Van Poppel
El corredor australiano del Dimension Data se impone en Lerma a todos sus rivales, incluido Van Poppel, vencedor en los dos sprints anteriores
Gruzdev cede el liderato de la carrera a Gianni Meersman
Las rampas de las Lagunas de Neila dictarán sentencia mañana
Danny Van Poppel buscaba la tercera victoria, pero no pudo ser. El ciclista neerlandés del SKY perdió en Lerma la hegemonía que estaba demostrando al sprint en esta Vuelta a Burgos y fue incapaz de responder a Nathan Haas, que consiguió imponer su ley en el exigente final planteado por la organización este año. El ciclista australiano del Dimension Data demarraba a falta de 200 metros y ninguno de sus rivales pudo responder, parando el crono en 3 horas, 15 minutos y 42 segundos y consiguiendo así su primera victoria de la temporada.
El vencedor final de la prueba se decidirá mañana en Neila
Además, la batalla sin cuartel de los últimos kilómetros motivó un cambio de líder en la general. Dmitriy Gruzdev y sus compañeros del Astana perdían varios puestos en la línea de meta y cedían el maillot morado a Gianni Meersman, que mañana afrontará la etapa reina como líder de la ronda.
Se antojaba una jornada complicada. Y es que, a pesar de ser la etapa más corta de la edición de este año de la ronda burgalesa -amén de la contrarreloj por equipos del pasado miércoles-, el viento hizo acto de presencia. Las fuertes rachas registradas por momentos en la zona por la que rodó el pelotón obligaron a reforzar la vigilancia para evitar sorpresas.
Ese intento por controlar la jornada, diseñada inicialmente para los sprinters, dificultó la formación de la escapada del día. Así, fueron necesarios varios intentos para que finalmente se consolidara la fuga definitiva, formada en este caso por Lluis Mas (Caja Rural), Amets Txurruka (Orica), Van Rensburg (Orica), (Nippo Vini Fantini) y Asselman (Roompot).
Aventura larga
Una vez consolidado el grupo de cabeza, el pelotón, comandado de manera alternativa por hombres del Katusha, el SKY o el BMC, acabó levantando el pie del pedal, aunque sin perder de vista la escapada, que se mantuvo en todo momento en una horquilla de entre 2 y 3 minutos y medio de distancia. Esa fue de hecho la mayor ventaja que tuvo la escapada, coincidiendo con el primer paso por Lerma. En ese punto, todavía quedaban por recorrerse 60 kilómetros de etapa y aún había mucha tela por cortar. Tanta, que los equipos de los sprinters comenzaron a trabajar de verdad para anular la fuga cuanto antes y evitar posibles sorpresas en el último tercio del circuito.
Obviamente, ese trabajo acabó dando sus frutos, pero la etapa no estuvo exenta de interés. Y es que, tras el segundo paso por el Majadal, Mas y Van Rensburg decidían seguir en solitario, una situación que el pelotón aceptó durante varios kilómetros. Sin embargo, a falta de ocho para meta, los equipos de los sprinters acabaron por neutralizar la fuga, abriendo entonces un nuevo escenario mucho más hostil en el que Katusha se erigió como protagonista. Y es que, el conjunto ruso apretó los dientes y endureció la aproximación a Lerma, imponiendo un ritmo demencial en el pelotón.
Cortes
Ese ritmo, sumado a la incidencia del viento, a punto estuvo de provocar un corte serio en el grupo, que finalmente consiguió fusionarse de nuevo justo antes de la entrada en Lerma. Eso sí, el calentón ya se había cobrado sus primeras víctimas y la selección había dejado atrás a varios potenciales sprinters. Finalmente, el grupo de cabeza, en el que permanecían casi todos los favoritos, enfiló los últimos metros y Haas lanzó el demarraje definitivo, asegurándose la victoria y provocando un cambio de líder.
Mañana, las rampas de las Lagunas de Neila dictarán sentencia. De momento, la clasificación permanece en un puño y casi todos los favoritos mantienen sus opciones prácticamente intactas.