Una treintena de calles de la ciudad pasan por chapa y pintura
El Ayuntamiento está completando una fase de mejora de la señalización horizontal y vertical de las calles en peor estado
En total, este año, el Consistorio destinará 240.000 euros a mejorar la seguridad de las vías y el flujo del tráfico
El Ayuntamiento de Burgos, a través de la empresa API Movilidad, se encuentra desarrollando labores de repintado e instalación de nuevas señales, tanto verticales como horizontales, en una treintena de calles. Se trata de uno de los apartados de un programa amplio, destinado a la mejora de la seguridad vial y el flujo del tráfico. El plan está dotado con 240.000 euros para desarrollar diversos proyectos que afectan, principalmente, a Gamonal, la calle Obdulio Fernández y el entorno de la Estación de Autobuses.
El Ayuntamiento ha destinado 90.444 euros para pintar un total de 6.133 metros cuadrados de asfalto
Pero en el caso que ocupa actualmente a API Movilidad, el Consistorio ha destinado 90.444 euros para mejorar la señalización de 30 calles que, bien necesitaban repintar las marcas ya existentes, o incorporar nuevas señalizaciones como la P-21 que advierte del peligro de niños, por la proximidad con un centro educativo. Ésta será empleada en nuevas ubicaciones, después de haber caído en desuso, ha asegurado Gema Conde, alcaldesa accidental. En total, se trata de una labor que alcanza los 6.133 metros cuadrados de pintado.
Por otro lado, está prevista la instalación de nuevos lazos inductivos, por valor de 57.452 euros. Este dispositivo permite mejorar la circulación del tráfico, gracias a que detecta cuántos vehículos se encuentra detenidos frente a un semáforo cerrado y, dependiendo de la cantidad, reduce el ciclo rojo para evitar embotellamientos. Esta medida ya funciona en algunos semáforos de la ciudad y en los próximos meses se instalará en varios puntos de Gamonal, barrio especialmente afectado por la densidad del tráfico.
También será relevante la inversión que se realizará en los accesos a la Estación de Autobuses. Concretamente se instalarán detectores para conocer el flujo de personas del entorno, así como una regulación semafórica. Este proyecto tendrá un coste de 25.643 euros. Algo similar se realizará en la calle Obdulio Fernández, donde la acometida será a mayor escala, interviniendo en el cambio del modelo de estacionamiento de vehículos, tal y como se acordó con los vecinos del barrio, ha indicado Conde.
Por último, el Ayuntamiento contará en las próximas semana con un Centro de Integración y Simulación del Tráfico. Se trata de un programa que permite conocer las consecuencias que tendría para el tráfico la modificación de la circulación de determinadas calles, permitiendo valorar, por ejemplo, cómo afectaría al tráfico si una calle con dos carriles en el mismo sentido de la marcha es reducida a solo uno.