El MEH recrea la vida salvaje del ‘Gran Bosque’ con bisontes, urugallos o lobos

El museo inaugura una nueva instalación con animales naturalizados cedidos por el Museo de Fauna Salvaje de Boñar

Se trata de tres bisontes, una pareja de urogallos, un zorro, un corzo, un jabalí y un zorro, todos habitantes del Gran Bosque

Arsuaga recuerda que, tras la glaciación, Europa se llenó de árboles y aparecieron nuevas especies con los que aún convivimos

El MEH recrea la vida salvaje del ‘Gran Bosque’ con bisontes, urugallos o lobos Arsuaga ha presentado junto a Eduardo Cerdá (Paleolítivo Vivo) el proyecto. PCR

Tres bisontes, un zorro, un jabalí, un lobo, un corzo y una pareja de urogallos han acampado en el Museo de la Evolución Humana (MEH). Los animales naturalizados, cedidos por la Fundación Romero Nieto-Museo Fauna Salvaje de Boñar (León) se “integran” en el paisaje interior que recrea la evolución del ecosistema de la Sierra de Atapuerca durante el último millón de años, y en el que estaba representada la flora pero no la fauna, ha recordado el director científico del MEH, Juan Luis Arsuaga.

Se trata de la instalación ‘Bisontes en el MEH’, un proyecto experimental con el que se pretende recrear el pasado y el presente de los bisontes, una especie en peligro de extinción, a través de su relación con el ‘Gran Bosque’. Arsuaga ha recordado que, tras la Edad del Hielo, hace 12.000 años, se vivió un cambio ecológico “radical”. Atrás quedaron los ecosistemas abiertos, esteparios y sin árboles. Europa se convirtió en un gran bosque y aparecieron especies animales como el bisonte, “el rey”, pero también el zorro, el jabalí, el lobo, el corzo o lo urogallos.

La instalación se completa con otros animales, como los urogallos. PCR

La instalación se completa con otros animales, como los urogallos. PCR

El nuevo espacio expositivo sigue el modelo ‘land art’ y aproxima al Museo de la Evolución Humana a los museos de historia natural tradicionales, ha asegurado Arsuaga.  Además, los animales naturalizados están “perfectamente integrados” en el paisaje, tanto es así que “si no te lo dicen, te lo pierdes”. El director científico cree que la iniciativa, de carácter experimental, es “un acierto” y sobre todo que la gente lo va a disfrutar, así que no descarta llevar a cabo nuevos proyectos similares.

La instalación de los bisontes se completa con un panel gráfico, un audiovisual y un ciclo de documentales sobre naturaleza, que se iniciará el próximo miércoles con la proyección de ‘Estaciones’. Arsuaga ha recordado, además, que si los visitantes quieren ver a los animales en vivo se debe hacer una visita a ‘Paleolítico Vivo’. El proyecto de parque pleistoceno de Salgüero de Juarros cuenta ya con cuatro bisontes, cincuenta uros, cuarenta caballos tarpanes y diez caballos przewalskis, y podría llegar a integrarse como visita obligada en el Sistema Atapuerca.