Arsuaga busca los límites del yacimiento de fósiles humanos en Sima de los Huesos
El codirector de Atapuerca reconoce que aún no han entrado en la zona humana porque trabajan en delimitarla
El objetivo es conocer cuál es su “potencial real” para planificar las estrategias de cara a próximas campañas
Arsuaga no descarta la aparición de fósiles humanos en las zonas de contacto con el nivel de los osos
La campaña de excavaciones en Atapuerca “va cogiendo velocidad” y, lo que es más importante, se torna un poquito más “apasionante”. Juan Luis Arsuaga, codirector de los yacimientos, ha explicado esta mañana cómo van los trabajos en el Portalón de la Cueva Mayor, la Galería de las Estatuas y la Sima de los Huesos. En este último, se está intentando delimitar la zona de fósiles humanos, en la que se hallaron los restos de Miguelón, separándola de la zona superior en la que se encuentran los osos.
Arsuaga ha explicado que le “gustaría” dejar bien definido el yacimiento, para poder planificar la estrategia de excavaciones de cara a las próximas campañas, así que por el momento no han entrado en los niveles de fósiles humanos. “Y a lo mejor ni entramos”, ha asegurado, porque poner límites al yacimiento y analizar su “potencial real” es “tan interesante” que se le van a dedicar mucho tiempo en este periodo de excavaciones. Así que ahora están realizando un trabajo más arqueológico y geológico que paleontológico.
El trabajo ayudará a definir una estrategia para los próximos años
De todos modos, el codirector ha reconocido que “no ha habido ningún año sin fósiles humanos” en la Sima de los Huesos, así que como aún queda campaña de excavaciones por delante (hasta final de mes) no descarta que pueda aparecer algún reto humano. Sería en las zonas de contacto, mientras se llevan a cabo las labores de marcaje de límite. Y es que lo que tiene muy claro Juan Luis Arsuaga es que este año no se va a acceder a la parte central del yacimiento, eso quedará para próximas temporadas.
Cueva Mayor
Por lo que respecta al Portalón de la Cueva Mayor, se está trabajando en niveles neolíticos que muestran una “singularidad” a destacar, que no es otra que la presencia de agricultores y ganaderos nativos que viven en una cueva, y no al aire libre. Es “muy interesante”, ha reconocido Arsuaga, y también “apasionante”, porque las excavaciones están permitiendo descubrir cómo se relacionaban estos humanos, llegados hace 6.000 años, con su entorno natural. Y, mientras, la Galería de las Estatuas “no está contando cosas sobre la vida de los neandertales”.