La Subdelegación estudiará esta semana la seguridad de las fiestas de los pueblos
El año pasado se tomaron medidas adicionales que funcionaron razonablemente bien y este año la Subdelegación pretende mantenerlas
Los daños causados por la llegada masiva de jóvenes de la capital obligaron a las autoridades a poner cerco a un problema creciente
Cada verano, las fiestas de los pueblos son motivo de preocupación para más de uno. El aumento notable de la afluencia de jóvenes en las pequeñas localidades de la provincia, facilitada por la oferta de transporte en autobús, ha generado muchos inconvenientes. Pintadas, peleas, hurtos, suciedad y destrozos son hechos que se han producido durante los últimos años.
La reunión permitiría ajustar las medidas tomadas el pasado año
Para paliar, en la medida de lo posible, que actos así se conviertan en habituales y puedan llegar a repetirse, la Subdelegación del Gobierno en Burgos estudiará durante esta próxima semana si convocar una nueva reunión conjunta -ya se realizó el pasado año- en la que participen Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, alcaldes de las localidades más afectadas y responsables de las agencias que ofertan los desplazamientos.
Esta reunión pretende coordinar a las tres partes que intervienen en el control de los festejos. Ya el año pasado se acometieron medidas especiales como limitar el número de autobuses, establecer una zona de llegada y salida de los vehículos, con apoyo de la Guardia Civil, y horarios de transporte que no permitan que los jóvenes tengan “tiempo muerto” tras la finalización de la verbena.
Con estas medidas, puestas en marcha desde el año pasado, todos salieron ganando, porque no hay que olvidar que los autobuses hacen que lleguen más jóvenes de la capital, pero también evitan que estos circulen en malas condiciones con sus vehículos. Por ello, el subdelegado, José María Arribas podría convocar en los próximos días una reunión que permita ajustar aún más las medidas de seguridad para que este cuarto año, desde que se programan viajes en autobús a las fiestas de los pueblos, no registre incidentes importantes.
Atrás deben quedar actuaciones como las que sufrieron hace dos años los municipios de Arcos de la Llana y Quintanilla de Vivar, las cuales levantaron ampollas entre los vecinos de estas localidades y los alcaldes, que abanderaron la toma de decisiones contra el denominado ‘turismo de borrachera’.