Los mejores manjares para agasajar una despedida por todo lo alto

Fuentes Blancas volvió a convertirse, un año más, en el epicentro de la última jornada de las fiestas mayores de San Pedro y San Pablo

Miles de burgaleses se sumaron a la fiesta que arranca con homenajeando a los burgaleses ausentes

Los mejores manjares para agasajar una despedida por todo lo alto Los peñistas y los pinchos a la brasa volvieron a ser los protagonistas del fin de los Sampedros 2016. IAC

La fiesta, el calor y los burgaleses se citaron en la celebración de un animado Día del Burgalés Ausente. La cita, que pone el broche de oro a la celebración de las fiestas mayores de San Pedro y San Pablo, se ha celebrado, una vez más, en el Parque de Fuentes Blancas. Miles de burgaleses no se han querido perder la última jornada festiva, en la que las peñas tienen un papel protagonista. Y es que no todos los días se tiene la oportunidad de degustar los tradicionales pinchos de chori, morci o morro, regados con un Ribera o una cerveza bien fresca.

La despedida de los burgaleses ausentes, la eucaristía en honor de la Virgen del Álamo y, sobre todo, muchos pinchos, ingredientes del fin de los Sampedros 2016

Los burgaleses ausentes daban la excusa para mantener la celebración hasta el último momento. Este año han sido quince los burgaleses o familiares de burgaleses que han disfrutado de parte de las fiestas mayores de su tierra o de la sus padres, tíos o abuelos. Argentinos, chilenos, uruguayos y cubanos han agradecido la acogida recibida en el acto que da el pistoletazo de salida a la jornada. Bien con un emotivo discurso o con un inspirador poema, los burgaleses ausentes han tomado la palabra y se han dirigido a los presentes para celebrar las fuertes raíces burgalesas.

Gigantillos y danzantes han bailado por última vez para ellos, antes de poner rumbo al pequeño altar de la Virgen del Álamo, donde cada año se celebra una multitudinaria eucaristía en la que los tunos ponen las canciones religiosas. Cientos de personas se han agolpado en torno a un acto religioso que despierta notable expectación.

Rendidos los pertinentes tributos, era hora de regresar a los placeres más terrenales donde las peñas tenían mucho que decir. Muchos pinchos que servir en una fiesta que también está dedicada a las imprescindibles peñas. Como si de un Parral II se tratase, las parrillas han puesto el aroma inconfundible de los manjares a la brasa. Comentaban desde alguna de las peñas que en esta ocasión se vende un 20 por ciento menos que en el Curpillos.

En cuanto a los tradicionales pequeños problemas generados durante la celebración, Protección Civil había atendido a 26 personas por cortes, golpes o síncopes, entre otros motivos. Además, los desplazamientos, con importantes retenciones de tráfico y colas para utilizar en el transporte municipal gratuito habilitado para la ocasión, volvieron a requerir de un buen grado de paciencia para acabar bien unos Sampedros 2016 que serán recordados por su alta participación.

Imágenes realizadas por Ismael del Álamo