SATSE critica la denegación de permisos sin sueldo al personal de Enfermería

El Sindicato de Enfermería denuncia que se les está hurtando un derecho al no contar con personal suficiente para prestar los servicios

El verano se presenta un año más con una baja tasa de sustituciones, cierre de camas y traslado de enfermeras entre unidades

Isabel Rodríguez lamenta que se “paralicen” quirófanos en lugar de aprovechar la ocasión para reducir las listas de espera

SATSE critica la denegación de permisos sin sueldo al personal de Enfermería El colectivo denuncia las trabajas para disfrutar de derechos laborales. GIT

El colectivo de Enfermería vuelve a encarar un verano complicado, en materia de personal. La baja tasa de sustitución por vacaciones y la escasez de profesionales son una constante, a la que este año se ha sumado la imposibilidad de coger permisos no retribuidos. Es “lo más sangrante”, reconoce la secretaria provincial del Sindicato de Enfermería SATSE en Burgos, Isabel Rodríguez, y la principal novedad de la campaña estival en Sanidad en Castilla y León.

Tienen derecho a pedir hasta tres mese de permiso sin sueldo en dos años

“Casi nadie” está pudiendo disfrutar de lo que es un derecho laboral. Los profesionales de Enfermería, como otros muchos, tienen la posibilidad de solicitar hasta un máximo de tres meses de permiso sin sueldo durante dos años. Y, en algunos casos, se utiliza este derecho para facilitar la conciliación de la vida laboral y profesional. Sin embargo, este verano se están denegando casi de manera sistemática las solicitudes, apelando a “necesidades del servicio”. Es decir, no se cuenta con suficientes profesionales para cubrir los turnos.

Y es que la tasa de sustitución sigue bajo mínimos. En Atención Primaria se sustituye cuatro días por profesional, igual que el pasado año. “Algo más” en centros hospitalarios, donde rondaría el 25 por ciento. Una situación que se traduce en sobrecarga de trabajo, fundamentalmente en los centros de salud, que si bien en la capital pueden ver mermada su actividad, en el medio rural la incrementan. Sobrecarga que se trata de paliar limitando al máximo permisos y libranzas del personal, y reorganizando servicios.

Cierre de camas

Desde SATSE recuerdan que, un año más, la Consejería de Sanidad ha apostado por “cerrar” 779 camas en centros hospitalarios de la región, un 13 por ciento más que en 2015. En Burgos la medida afecta ha 91 camas, con cierres que afectarán a Ginecología, Traumatología, Medicina Interna y Cirugía General del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), así como a Urología y Traumatología del Santiago Apóstol de Miranda de Ebro, mientras que en el Santos Reyes de Aranda de Duero no se cerrará ninguna cama.

En Burgos se “cerrarán” alrededor de 90 camas, alguna más que en 2015

Los quirófanos asociados a esos servicios también verán limitada su actividad, lo que no tiene sentido para Isabel Rodríguez, quien critica que no se aproveche el periodo estival para reducir las largas listas de espera. Puede ser que la actividad de Urgencias o las consultas bajen en verano, como aseguran desde la Junta de Castilla y León, pero es que se aprovecha esta circunstancia para “paralizar” los quirófanos, y no sustituir de manera adecuada al personal que se va de vacaciones, lo que impide un funcionamiento normal de los servicios.

Rodríguez recuerda también que el cierre de camas tiene consecuencias “muy graves” para las condiciones laborales de los profesionales de Enfermería. Y es que las enfermeras se ven obligadas a trabajar en otros servicios, con el consecuente “estrés” por reciclaje profesional, pero también a cambiar turnos de trabajo y a ajustar sus vacaciones con las compañeras de las unidades en las que recaen. Cierto es que “tienen un poco de manga ancha”, pero no siempre se planifican las vacaciones teniendo en cuenta los cierres, y eso deriva en modificaciones de calendarios.