Más de 300 personas trabajan a diario para que los Sampedros sean un éxito

Entre empleados de limpieza, organización y almacenes municipales, más de 300 profesionales velan por el correcto desarrollo de la programación

El lunes, tras la corrida nocturna, se dio la jornada con más incidentes de esta primera mitad de los festejos

Más de 300 personas trabajan a diario para que los Sampedros sean un éxito El alcalde, Javier Lacalle, y su mujer llegan a la recepción oficial que se celebra en el Palacio de la Isla. IAC

Mientras la gran mayoría de los burgaleses disfrutan de sus fiestas mayores de San Pedro y San Pablo, más de 300 profesionales, entre empleados de limpieza de almacenes y de organización, trabajan para que la programación prevista se celebre con total normalidad. Quizá el trabajo menos visible pero, a la vez, más agradecido por los viandantes es la limpieza de las vías públicas tras noches en las que comer y beber en la calle es un tradición.

Decenas de personas trabajan durante toda la noche para que al día siguiente haya la mayor normalidad posible en las calles

En este sentido, Javier Lacalle, alcalde de Burgos, ha querido agradecer el “esfuerzo extraordinario” de los empleados de limpieza, tal y como lo ha calificado durante la recepción oficial que se celebra el día grande de las fiestas en los jardines del Palacio de la Isla. El hecho de que a diario, antes de las 9.00 horas, estén todas las calles limpias merece un elogio, explica Lacalle. A lo que ha añadido: “nos ocupamos y preocupamos de que haya una limpieza inmediata”.

Por otro lado, Lacalle ha hecho un balance “muy positivo y satisfactorio” de la primera mitad de estos Sampedros 2016. Según ha explicado el alcalde, hasta este momento y a pesar del “fresco” del fin de semana, decenas de miles de personas están en la calle pasándoselo bien. Y es que los festejos “se están desarrollando con total y absoluta normalidad, salvo algún pequeño percance sin mayores consecuencias”.

Hasta el momento, el lunes, día en el que se celebró la corrida nocturna, fue la jornada más accidentada, con varias peleas y agresiones. De entre todas ellas destaca la violencia con la que un hombre ebrio se cebó con un empleado de limpieza que se encontraba en ese momento trabajando. Además, la bajada de las peñas -a partir de las 0.30 horas- generó numerosas llamadas de los vecinos de la calle Vitoria a la Policía Local para protestar por el ruido generado. Los agentes no pudieron hacer otra cosa que desear que la bajada se realizase con la mayor agilidad posible.

Imágenes de Ismael del Álamo