Una etapa “corta y nerviosa” antes de las Lagunas de Neila
La cuarta etapa de la Vuelta a Burgos saldrá de Aranda de Duero y finalizará con un sprint por la calle Mayor de Lerma, adoquinada y con un desnivel del 6 por ciento
En 2012, Dani Moreno sufrió una caída en un final de etapa similar
La XXXVIII Vuelta a Burgos rendirá homenaje este año a las dos denominaciones de origen con las que cuenta la provincia. Será en el transcurso de la cuarta etapa de la ronda, el viernes, 5 de agosto, con un recorrido que saldrá de Aranda de Duero (D.O. Ribera del Duero) y finalizará en la Villa Ducal de Lerma (D.O. Arlanza).
Será una etapa nerviosa y corta, de 145 kilómetros, cuyo principal aliciente, al margen de una doble ascensión al Alto del Majadal (tercera categoría), reside en los últimos 500 metros. Y es que, el Instituto para el Deporte y la Junventud (IDJ) de la Diputación de Burgos, entidad organizadora de la prueba, ha decidido que el final de la etapa se desarrolle por la calle Mayor de Lerma, una vía adoquinada de unos 500 metros con una pendiente media del 6 por ciento.
La etapa saldrá de Aranda y atravesará las localidades de Sinovas, Tubilla del Lago, Santa María del Mercadillo, Ciruelos de Cervera, Briongos, Hinojar de Cervera y los túneles de La Yecla antes de llegar a Santo Domingo de Silos. El siguiente punto caliente de la etapa será ya el primer paso por el Alto del Majadal. Desde allí, el pelotón se dirigirá a Lerma pasando antes por Covarrubias, Puentedura, Quintanilla del Agua, y Santillán del Agua. Tras este primer paso por la línea de meta la carrera dejará Lerma en dirección a Revilla Cabriada, Castrillo Solarana, Solarana, Nebreda, Quintanilla del Coco para, de nuevo, afrontar la ascensión al Alto del Majadal que volverá a puntuar para el Gran Premio de la Montaña.
Este segundo descenso, a 31 kilómetros de la meta, servirá también para lanzar la carrera que volverá a pasar por Covarrubias, Puentedura, Quintanilla del Agua y Santillán del Agua antes de entrar de nuevo en las calles de Lerma para afrontar un final explosivo.
Así, los últimos 500 metros de la etapa transcurrirán por la calle Mayor de la Villa Ducal. Se trata de un tramo adoquinado al que se accederá por el conocido como Arco de la Cárcel con una pendiente continua del 6 por ciento que finalizará en la Plaza Mayor, frente al Parador Nacional de Lerma, en donde estará ubicada la meta. Unos metros finales que obligarán tanto a los equipos con velocistas que quieran disputar la etapa como a los favoritos de cara al triunfo final a entrar bien colocados para evitar así cualquier corte que pudiera producirse.
En la edición de 2012, Lerma acogió un final de etapa similar que acabó llevándose al sprint el corredor danés Matti Breschel. En aquella jornada, Dani Moreno, que acabó llevándose el triunfo final, sufrió una caída en los últimos metros.