Tropas napoleónicas se enfrentan a los aliados en el asedio al Castillo
El Ejército Francés mantiene controlado el Castillo mientras que los aliados de Wellington han acampado en las laderas
Los cañones han resonado por toda la ciudad en la batalla de aproximación y mañana lo harán con el acto final de asalto
Un colorido desfile ha la bienvenida a los 650 recreadores, muchos de los cuales se encuentran en los campamentos del Castillo

El ejército napoleónico, liderado por el general Dubretón, mantiene controlado el Castillo de Burgos. Mientras, el ejército aliado, con el duque de Wellington a la cabeza, ha protagonizado ya un primer movimiento de aproximación, pero sin éxito. Y es que la ciudad acaba de revivir una de la contiendas que marcaron el Asedio al Castillo, épico pasaje histórico de la Guerra de la Independencia, en el que las tropas aliadas de españoles, británicos y portugueses intentaron por todos los medios de liberar a la capital del poder francés, pero fracasaron estrepitosamente.
El Cerro de San Miguel ha sido el escenario escogido para recreación de una batalla de aproximación, primera de las dos previstas en las jornadas ‘Wellington ad portas’, que se celebran durante este fin de semana en Burgos. Los aliados se han lanzado a la contienda mosquetón y fusil (coronado por bayoneta) en mano, tirando de su infantería, mientras que las tropas napoleónicas se han servido de sus cañones, armamento que les ofreció durante la Guerra de la Independencia una gran ventaja sobre el enemigo.
Soldados uniformados, mujeres del pueblo y damas de la alta sociedad se pasean por Burgos
Gritos de guerra se han mezclado con lamentos de dolor. La batalla ha sido dura. El sonido de los cañones ha retumbado por toda la ciudad, y con menos intensidad se han escuchado también los disparos de las armas aliadas. Sin embargo, el enfrentamiento de esta tarde es un simple aperitivo, puesto que el plato fuerte se vivirá mañana. A partir de las 12:30, en el campo de fútbol de Fuente Bermeja, se recreará la ‘batalla final’, un intento de asalto a la fortaleza desde la ladera.
Con ello se pondrá fin a un intenso fin de semana en el que Burgos ha retrocedido un par de siglos. Y buena prueba son los soldados uniformados, las mujeres del pueblo y las damas de la alta sociedad que se han podido (y se podrán ver en horas sucesivas) por las calles del centro histórico. Y es que, más allá de las batallas o de los campamentos asentados en el Castillo y la ladera, los 650 recreadores venidos de diferentes puntos de Europa se están moviendo con total libertad por la ciudad.
‘Wellington ad portas’ no es una mera recreación de época, sino que se concibe como un recordatorio de nuestra historia, de la gente que “se sacrificó y dio la vida” por una causa, en palabras de Jesús Ruiz de Burgos, uno de los soldados ‘aliados’, llegado de Madrid. Por ese motivo, algunos recreadores se lo toman tan en serio que sus uniformes están enlodados, llevan los cabellos y las barbas mal recortados y se pasean por la ciudad vestidos de faena, abiertos a cualquier pregunta que les planteen los curiosos.
Campamentos a tope
Y curiosos hay muchos. De ahí que los campamentos, que se podrán visitar mañana hasta las 12:00, estén siendo también un gran atractivo dentro de las jornadas. En el interior del Castillo están la Guardia Imperial, la Caballería y la Gendarmería francesas, como en 1812. En las laderas han acampado los soldados británicos, españoles y portugueses. Y se trata de recrear el día a día de un soldado sin batalla. Además de pernoctar en las tiendas de campaña, un “lujo” para la época, los recreadores preparan comida, remiendan sus uniformes, realizan instrucción…
Las recreaciones sirven para recordar la historia y homenajear a aquellos que se “sacrificaron” en las batallas
Ruiz de Burgos ha recordado que muchos soldados batallaban casi sin ropa, o descalzos, y que se comía más bien poco, así que la pregunta que nos deberíamos hacer es cómo eran capaces de subsistir. Otra de las realidades que no deben dejar escapar es la presencia de mujeres, dado que ellas también fueron protagonistas en la Guerra de la Independencia. Y es que muchas tuvieron que coger las armas para defenderse de los franceses, como pueblo llano, cuando las tropas napoleónicas entraban en los pueblos. Otras acompañaban a los soldados, como cantineras.
Vistoso desfile
Las jornadas se completan, además de con varias visitas guiadas a la ruta del asedio, con el desfile que ha recorrido este mediodía el centro histórico. Burgos ha dado la bienvenida a esos más de 650 recreadores, que primero se han concentrado en la Plaza del Rey San Fernando, y después han salido en comitiva, encabezados por el duque de Wellington, por el Paseo del Espolón. A golpe de disparo de cañón y toque de tambor, y entre vivas, han hecho las delicias de los burgaleses, y visitantes, que se han acercado a presenciar el espectáculo.